[Javier Padrón]
En su discurso por el segundo aniversario de su triunfo abrumador del 1 de julio de 2018, el Presidente AMLO, fiel a su estilo de recurrir al saber histórico para presentar a su proyecto de nación, la 4T, como el correcto frente a los conservadores, citó unas líneas del Programa del Partido Liberal Mexicano y Manifiesto a la Nación de 1906:
“Cuando los millones de parias que hoy vegetan en el hambre y la desnudez coman menos mal, usen ropa y calzado y dejen de tener petate por todo ajuar, la demanda de mil géneros y objetos que hoy es insignificante aumentará en proporciones colosales, y la industria, la agricultura, el comercio, todo será materialmente empujado a desarrollarse en una escala que jamás alcanzaría mientras subsistieran las actuales condiciones de miseria general”.
Los redactores de ese programa son considerados la expresión más radical de la revolución mexicana, oscilaban entre el socialismo y el anarquismo, su historia se ha romantizado por sus objetivos utópicos y la vida de represión y cárcel que padecieron, entre esos jóvenes estaban, al lado de Ricardo y Enrique Flores Magón y Antonio I. Villarreal, los potosinos Librado Rivera, Manuel Sarabia y Juan Sarabia.
Rivera fue el más cercano a Ricardo Flores Magón. Dejó todo en San Luis Potosí por la lucha de los nuevos liberales contra la dictadura de Porfirio Díaz, su vida cómoda de maestro particular de los hijos de la élite local. A diferencia de Camilo Arriaga que se había alejado, no resultó tan radical ni quiso llevar una vida de faquir.
AMLO no es ningún socialista ni nada parecido, leyó ese pasaje del programa liberal como una parábola sobre la pobreza y lo que hace para erradicarla; pero los resultados de su gobierno son duramente cuestionados por el sector privado potosino, el clero y partidos opositores; mientras del lado de sus seguidores hubo un silencio sepulcral, el dirigente de Morena, Sergio Serrano, ni una palabra, en la misma indiferencia el PT y PES; fueron la diputada local Marite Hernández y el diputado federal del PVEM, Ricardo Gallardo los únicos que resaltaron sus logros.
La burocracia federal en San Luis Potosí ha sido una decepción. El representante principal de AMLO, Gabino Morales, ve una conspiración mediática en su contra para ocultar su desastrosa gestión al frente de la Secretaría de Bienestar; rehén del clan Arreola, está bajo investigación de la Contraloría Interna y de la Fiscalía General del Estado; desde el repudio que sufrió en la plaza de Fundadores jamás lo volvió a subir AMLO al templete de sus eventos en la entidad. Se ha salvado de ser despedido por la terquedad presidencial de no reconocer que se equivocó con ese muchacho al que conoció honrado e idealista, parece convencido de que las críticas a Gabino solo son una “grilla” barata.
El resto de los delegados, como si no existieran, provienen del PRI y PAN, no de Morena, y para no declarar a los medios argumentan que no tienen autorización, el centralismo tan odiado del viejo régimen se ha reforzado en todos los rubros y la comunicación no es la excepción, en la 4T se viola el derecho a la información de la ciudadanía.
Los diputados locales peor calificados (hay que decirlo: por un contumaz opositor de AMLO, el abogado José Mario de la Garza, neoliberal de cepa), pertenecen a los partidos que se coaligaron con Morena: Mario Lárraga, del sin registro PES, Pedro Carrizales, que dejó el PT y se asumió como independiente; no muy lejos de ellos está la petista Paola Arreola, del clan ibídem supracitado. De Morena, los acompaña en la grisura Edson Quintanar.
Morena tiene tres alcaldías: San Nicolás Tolentino, Tamuín y Tanlajás, y ninguna se ha diferenciado de las prianistas. No hay en Morena de SLP ni una reminiscencia de ese puñado de liberales precursores de la revolución mexicana que vistieron el discurso de AMLO.
El 1 de julio de 2018, AMLO recibió en San Luis Potosí 527,546 votos a través de la coalición Morena-PT-PES; el panista Ricardo Anaya en coalición con el PRD y MC, 334,763; y el priista José Antonio Meade 260,211, con el PVEM y Alianza Social. Así como están las cosas, en la elección intermedia del próximo año Morena puede ser barrida por el PAN, sobre todo si no se divide.
¿LA TERNA DEL “CACO” LEAL?
El anuncio del secretario de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, de que ya tenía una terna para la fracasada Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción, generó críticas del gremio abogadil porque no ha habido ninguna consulta, menos un consenso. ¿A quién habrá consultado? ¿Al gobernador Carreras? ¿A los grupos tradicionales de poder?
Entre los que se mencionan para ocupar la silla que repudió Alejandro Vera Noyola, están Alejandro Rosillo Martínez, del posgrado de la Facultad de Derecho; Teresa de Jesús Camarillo Campos, del Centro Académico de Justicia Alternativa de la Facultad de Derecho; Laura María Andrade, de la Asociación de Abogados, incluso se menciona al referido De la Garza Marroquín, al que se descartaría a menos que quiera servir de tapadera. El fiscal Federico Garza tiene un favorito para el cargo: Carlos Alejandro Ponce Rodríguez, con carrera y conflictos en el Poder Judicial, y muy cercano a Vera Noyola.
1 comentario
los diputados de morena potosinos son una desverguenza, puros hambreados del erario al servicio de quien pague, ultimo atraco rechazar modificar ley electoral en beneficio de potosinos para contentar a Vera y mov.ciudadano . puro joder los intereses del pueblo potosino, salieron como los panistas : HIPOCRITAS