[Javier Padrón]
En un tuit el exalcalde panista Mario Leal Campos felicitó a los exdirigentes de Coparmex y Canaco, Jaime Chalita y Alejandro Pérez respectivamente, al ser elegidos presidente y secretario de la organización “ValorEs San Luis”, lo que confirma la participación activa y beligerante del sector privado en contra de la 4T en las elecciones del próximo año.
El 17 de julio fue presentada en la sede del sindicato patronal como “un espacio plural e incluyente”, lo cierto es que no es tal, está conformada en su mayoría por militantes panistas y afiliados a las cámaras, es un “Frena” empresarial para decir las cosas sin rodeos, aseguran que son apartidistas y anteponen su condición de ciudadanos como una pantalla para incautos que nunca faltan.
En ese evento figuró como vocero Chalita, quien antes de incursionar en el liderazgo empresarial se le conocía como jefe de la masonería y contrario a la derecha, encabezó por un tiempo la representación local del Movimiento Naranja, de Dante Delgado, hoy Movimiento Ciudadano, y fue desplazado por el expanista Eugenio Govea.
Los que acompañaron a Chalita en la presentación fueron los miembros de la cúpula del sector privado, rectores de universidades privadas y un nada despistado Martín Juárez, diputado priista.
Los impulsores de esta plataforma política son el citado Leal Campos y Jorge Lozano Armengol, tan ese así que flanquearon a Chalita al asumir la dirigencia. Ambos exalcaldes panistas son emblemas del neoliberalismo privatizador y fue a principios de año cuando —a través de videos en redes sociales— anunciaron “ValorEs San Luis”, sus consignas exudaban un franco antipejismo e incitaban a dejar la indiferencia ante los peligros del gobierno de izquierda.
Los que conforman “ValorEs San Luis” apoyan sin ningún asomo de crítica al gobernador Carreras y tienen un puente con el PAN, son promotores de la candidatura de Xavier Nava a la gubernatura.
GABO NO NIEGA A MÓNICA
Ante la escalada de manifestaciones en la Fiscalía General del Estado de los afectados por el joven Gabriel Salazar Soto, el empresario que se convirtió en millonario con el sudor de su frente y sin ninguna ayuda de la Secretaría de Salud, se consideró conveniente y oportuno que diera la cara en una conferencia de prensa.
Acompañado de sus abogados, uno de ellos fue funcionario marcelista, Gabo se vio seguro, se jactó de que no se esconde ni ha huido, que sí pagará y por ello está por declararse el concurso mercantil porque la pandemia del Covid-19 provocó la quiebra de sus negocios, la prensa miente y aceptó que sí conoce a la secretaria Mónica Rangel, sin mucho convencimiento negó haber incurrido en irregularidades en los contratos otorgados por ella a su favor.
Para Gabo el verdadero malo en esta historia no es él sino Lupillo González, de Ciudadanos Observando, el que ha documentado la trama de presunta corrupción de la Secretaría de Salud. La conferencia solo sirvió para reafirmar que no se ve un acuerdo con los que invirtieron sus ahorros con el señuelo de un rendimiento alto, no aprendieron nada de la lección de Unicrer.
Los afectados no creen en sus promesas y consideran que el fiscal Federico Garza lo encubre, entorpece la acción de la justicia con irregularidades e inacción ante las denuncias presentadas, les sugieren desistirse de sus denuncias y buscar un arreglo. El conflicto será largo y sinuoso, la justicia como se sabe es un laberinto oscuro.