Especialistas de Banco Base estimaron que la economía de México se contraerá un 9.5 por ciento en el 2020, derivado principalmente de la emergencia sanitaria por el COVID-19, aunque ya mostraba un retroceso desde el año pasado.
En un informe denominado Perspectiva Económica de México: Segundo Trimestre 2020, se apuntó que la economía mexicana se contrajo 17.3 por ciento real (53.2% anualizado) en el segundo trimestre del año, con respecto al trimestre anterior, y 18.9 por ciento con respecto al mismo trimestre del 2019.
Banco Base señaló que la recuperación sería lenta y bajo dos escenarios:
- En el escenario optimista se tendría un efecto rebote en el que el PIB crece entre 3 y 5 por ciento en 2021, y continuar con una trayectoria de crecimiento promedio de 2 por ciento. Bajo este escenario, la economía tardaría aproximadamente cuatro años en recuperar los niveles de producción previos a la crisis.
- El escenario pesimista -que podría darse ante la prolongación de la epidemia la implementación de políticas no ortodoxas por parte del gobierno federal, y la falta de confianza por parte de los consumidores y el sector empresarial- se enfatizó que la economía crecería a una tasa de entre 1 y 1.5 por ciento en el 2021, por lo que tardaría aproximadamente 10 años en recuperarse de la crisis.
La institución financiera apuntó que la contracción en el segundo trimestre de 2020 “fue la más grande en la historia de México“.
Se recalcó que durante la Gran Recesión, el PIB cayó 7.8 por ciento en el segundo trimestre del 2009; en la crisis de 1995, la economía alcanzó una caída de 8.6 por ciento en el segundo trimestre de ese año; y en 1932, durante la Gran Depresión, el PIB se contrajo 14.92 por ciento.
La Inversión Fija Bruta (IFB) profundizó su tendencia a la baja durante el inicio del segundo trimestre al registrar una caída de 28.93 por ciento mensual en abril (último dato disponible), la mayor que se tiene registro.
A pesar de la contingencia sanitaria, en el periodo enero-mayo el gasto de gobierno aumentó 4.6 por ciento real con respecto al mismo periodo del año anterior, y el gasto programable (sobre el cual el gobierno federal tiene injerencia) se incrementó 5.8 por ciento real. Lo anterior es debido a que los proyectos prioritarios del gobierno fueron incluidos dentro de la lista de actividades esenciales en la declaratoria de emergencia sanitaria y no se vio obligado a suspenderlos.
Los ingresos presupuestarios en enero-mayo disminuyeron 3.1 por ciento real con respecto al mismo periodo del año anterior, principalmente por el desplome del precio del petróleo que provocó una caída de 47.3 por ciento real en los ingresos petroleros del sector público. A diferencia de los ingresos petroleros, los no petroleros aumentaron 5.1 por ciento real y dentro de ellos los tributarios aumentaron 2.1 por ciento.
Con información de López-Dóriga Digital.