En 2017, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y urbano (Sedatu), que encabezaba Rosario Robles, desvió más de 3 mil 134 millones de pesos y desapareció más de 724 millones de pesos, de recursos federales que tenían que ser usados como apoyo para viviendas.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó una auditoría financiera y de cumplimiento, con el fin de revisar el uso del presupuesto público destinados a programas del sector vivienda de la Cuenta Pública 2017.
Ante los hallazgos, la ASF denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) por un presunto daño patrimonial de 724 millones de pesos, recursos que no se pudo rastrear su destino final.
“Ese dinero fue utilizado de manera indebida para pagar contratos de prestación de servicios celebrados con universidades, asesorías para la operación de programas; subcontratación de servicios con terceros, arrendamiento de edificios, helicópteros, pasajes aéreos nacionales para servidores públicos de mando, entre otros”, señaló la ASF.
Los otros 3 mil 134 millones de pesos sólo fueron señalados por la ASF, pues a éstos si se les pudo seguir la ruta de destino, aunque se utilizaron sin autorización de la Secretaría de Hacienda y que estaban destinados al Programa de Infraestructura.
Con información de Milenio.