[Javier Padrón]
La elección del próximo año será la primera que Juan Francisco Aguilar enfrente como dirigente estatal del PAN, una verdadera prueba de fuego para quien pretende hacer una larga carrera política.
Impulsado por el grupo del diputado Xavier Azuara, tiene una excelente relación con el líder nacional Marko Cortés pero ha chocado con el secretario general Héctor Larios, contra quien emitió un extrañamiento por destapar al alcalde Xavier Nava como el candidato idóneo a la gubernatura; la secretaria general adjunta, Cecilia Romero Castillo, se ha mantenido al margen en la disputa potosina.
Pancho alterna la política con el ejercicio de su profesión de abogado, desde su despacho AVK, asociado con Héctor Revuelta, ambos son miembros de la conservadora Barra Mexicana, Colegio de Abogados, en la que José Mario de la Garza tiene una influencia relevante, y se asumen como la crema de la abogacía, regidos —según ellos— por códigos éticos que no tiene la masa abogadil vinculada al oficialismo que pretendió infiltrarse en la era echeverrista.
Su principal responsabilidad será conducir la designación del candidato a la gubernatura sin rupturas y ganar la elección, volver a ocupar el Palacio de Gobierno como ya lo hicieron con Marcelo de los Santos pero no lograron continuar otro sexenio por los conflictos internos que propiciaron la derrota de Alejandro Zapata Perogordo que arrancó la campaña con 20 puntos arriba del doctor prinavista Fernando Toranzo.
Su cuestionado arribo a la dirigencia estatal, la agresión a un exregidor en una reunión en el PAN, que negaría de manera rotunda; su rechazo hacia Nava que puntea con Octavio Pedroza en la disputa por la candidatura y el cese fulminante de Lidia Argüello del Instituto de Investigaciones Legislativas por una supuesta simpatía hacia Nava, son rasgos que lo moldean como un político rudo.
El jueves pasado publicó en su Twitter uno de los pasajes quizá más conocidos del Arte de la guerra, la milenaria obra de Sun Tzu que se supone debe leer todo político que se crea inteligente: “Toda guerra se basa en el engaño. Cuando se es capaz de atacar, hay que parecer que no; cuando se empiezan a movilizar las fuerzas, hay que parecer inactivos; cuando se está cerca, hay que hacer creer al enemigo que se está lejos; cuando se está lejos, hay que hacer creer que se está cerca”.
Esta identificación de Aguilar con la esencia del pensamiento de Sun Tzu veremos si en verdad le fue útil en su pugna con el alcalde capitalino: en noviembre próximo habrá humo blanco en el PAN; y Nava ya está más que puesto para presentar la licencia y separarse de la alcaldía, en su lugar quedaría el regidor Rafael Lujambio Cataño que no es panista y cuyo padre renunció a su militancia hace décadas con un estruendoso reclamo de fraude en una elección interna y a punto estuvo de golpear a Zapata Perogordo. Ni de broma Nava ha pensando en dejar a un o una regidora panista; ya como candidato del PAN o de otros necesita el control del ayuntamiento, su principal fuente de poder.
Si el CEN lo impone como candidato y hacen a un lado a Octavio Pedroza sin mediar una negociación satisfactoria, podría enfrentar un escenario crítico, que la mayoría de la fracción del PAN se rebele y vote en contra de su licencia, acción a la que se sumaría el PVEM, solo tiene seguro el apoyo de los minoritarios PRD, PRI y Morena, los regidores del partido de AMLO le han servido de vistoso florero. Si va por otro partido, los panistas con gusto lo dejarían ir.
Pedroza tiene una trayectoria más larga y experiencia en la función pública, a diferencia de Nava cuya carrera política es incipiente, antes de llegar a la alcaldía fue diputado federal del PRD con el apoyo de la gallardía, el panismo potosino tendrá que salir bien librado de esta encrucijada o perderá.
Aguilar bien sabe que en las encuestas, tanto las serias como las “patito”, el PAN no alcanza a Morena, en algunas la distancia es mayor a diez puntos, algo mal está haciendo su partido, el desempeño de sus alcaldes y legisladores locales y federales ha sido mediocre y arrastran la sombra de corrupción y colusión con el crimen organizado que les dejó Felipe Calderón, no es suficiente embestir todos los días las políticas federales para atraer votantes, está surtiendo un efecto contrario.
VIA ALTERNA SIGUE EN EL AIRE
Tiene toda la razón el diputado Mauricio Ramírez Konishi. Esta semana se quejó de que el Presidente AMLO no ha cumplido su palabra de liberar los recursos necesarios para la construcción de la vía alterna a la Zona Industrial, ya se cumplieron todos los trámites, solo falta el sí presidencial.
En su queja se puede revelar la postura del gobierno carrerista y se confirmaría que el proyecto está en espera de recursos federales y no sería financiada en su totalidad por el sector privado como se hizo creer hace meses como la mejor opción ante la emergencia sanitaria que modificó las prioridades del presupuesto federal.
El tema no ha sido mencionado desde hace tiempo por el gobernador Carreras, tendrá sus motivos. ¿Ya ni la figura de asociación público-privada resultó viable? En su fugaz visita por la reunión de la CONAGO (ya en proceso de ruptura), AMLO no dio ninguna noticia al menos de manera pública, si ya estuviera amarrada la vía alterna la hubiera cacareado.