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Bertha Navarro, productora consumada de cine mexicano

Jorge Ramírez Pardo

He tratado de ser fiel a mis principios; hoy en día me miro en el espejo y me da gusto comprobar que nunca he traicionado a la joven que una vez fui.
Bertha le ha dado sentido a mi vida y la vida de muchas personas, porque como todos los profetas. Ha tenido una revelación íntima y demoledora. Guillermo del Toro.

Durante los inicios del cine nudo mexicano, entre 1917 y 1919, Mimí Derba es la primera mujer en producir 5 películas de escasa relevancia.
Sin embargo, la primera productora relevante con ejercicio pleno y continuidad durante 50 años es Bertha Navarro. Ella no sólo produce, también gestiona para las películas financiamiento multinacional, promoción y exhibición.

Sus inicios –fase poco conocida de Bertha-

A los 17 años, en compañía de su hermana mayor Fernanda, tienen una estancia de más de un año en la ciudad de París para estudiar arte y francés. A decir de ella misma, el contacto con las ideas socialistas, la liberación de los códigos morales y los pensamientos revolucionarios dan un vuelco a sus vidas.

Al cumplir 18 años, participa en una manifestación, encabezada por ex presidente Lázaro Cárdenas, contra la invasión a Playa Girón de cubanos de Miami con apoyo de Estados Unidos. La manifestación es reprimida y Bertha sale herida.

A principios de los 1960´s, realiza películas documentales de corta duración. Descubre con ello la posibilidad de apoyar causas militantes sin estar en la clandestinidad frecuentada entonces por grupos disidentes.

Bertha, al mismo tiempo, estudia en la Escuela Nacional de Antropología e Historia; también asiste a clases de filosofía con el hispano Rodolfo Sánchez Vázquez. Desde entonces, asume un postura crítica y congruente, incluso militante, involucrada en distintas causas políticas y sociales.

En 1967 realiza el documental “Bosco”. Ese mismo año conoce a Paul Leduc quien acaba de regresar de estudiar cine etnográfico en París con el destacado realizado galo Jean Rouch, pionero del “cine verdad”.

Paul Leduc pronto sería su pareja. Sin embargo, el primer encuentro concertado para verse, es interrumpido por una circunstancia abrupta; junto con un grupo de intelectuales y activistas vinculados con grupos clandestinos, Bertha es detenida por la policía. Esa privación de su libertad duró varios meses.

Reed aprendizaje sobre la marcha

Fuera de prisión, se integra al grupo de producción fílmica Cine 70, encabezado por Paul Leduc; realizan cortos promocionales para la Olimpiada de 1968 e inician los preparativos para la realización de Reed, México insurgente, primer largometraje de ficción dirigido por Paul, a partir de las crónicas de la Revolución Mexicana del periodista estadounidense John Reed.

Reed, México Insurgente es para Bertha –sin estudios formales de cine- el inicio como productora de películas. El rodaje de la película se realizó entre el 16 de noviembre de 1970 y febrero de 1971.

Bertha es con Leduc, productora de la película. Se trata de una de las primeras producciones fílmicas independientes en México. La película Reed… en su momento y para siempre es viento oxigenante e innovador para el cine latinoamericano; trasciende en años y estéticas posteriores. En 1972 inicia un recorrido por diversos festivales. Inicia en el de Cannes donde es exhibida 3 veces por solicitud del público. Logró reconocimientos internacionales; entre ellos, obtuvo el premio Georges Sadoul de Francia a Mejor filme extranjero.
“Paul –comenta Bertha el mes pasado- tenía muy claro siempre lo que deseaba hacer. Por ejemplo, en Reed: México insurgente se convirtió en los ojos de John Reed. Y lo hizo porque la forma como se veía en el cine a la Revolución Mexicana ya estaba muy agotada. Y la manera en que se abordó en Reed… dio un nuevo lenguaje a la realización, con sus tomas y secuencias increíbles que eran parte de una propuesta algo adelantada a su tiempo. Qué decir de los personajes, o trabajar con actores profesionales y con los que no lo eran.

Centroamérica y Nicaragua, prueba de fuego

Entre 1973 y 1976, Bertha Navarro y Paul Leduc, realizan documentales en Centroamérica.
En 1978, Bertha regresa a Centroamérica y, con apoyo de UNICEF, produce y dirige el documental Nicaragua, los que harán la libertad.

Ese mismo año, cuando parecía inminente el derrocamiento de dictador Anastasio Somosa, regresa a Nicaragua con los realizadores de cine, el mexicano Gonzalo Infante y los argentinos refugiados en México Jorge Denti y Nerio Barberis (sonidista). Vivieron momento de tensión, penurias y riesgo, compensados con la llegada a Managua el día que cayó Somosa y consignaron fílmicamente el suceso. El resultado es el documental “Memoria del olvido”, con ella como productora y directora.

En 1980, Bertha y Paul, regresan a Centroamérica. Realizan en El Salvador “Historias Prohibidas de Pulgarcito”. Él dirige y ella como produce. Ese mismo año, Bertha produce y dirige en El Salvador “Victoria de un pueblo en armas.

Cabeza de Vaca

En 1990 se encarga de la producción de Cabeza de Vaca, dirigida por Nicolás Echevarría. El argumento se sitúa en el año de 1528 y es la adaptación de la crónica “naufragios”, escrita por el conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca; se refiere a una expedición fallida durante la cual, además de naufragar, los sobrevivientes, incluido el relator, son convertidos en esclavos por indígenas.

La película estaba a punto de sucumbir cuando Bertha consigue financiamiento internacional y ayuda a sumar talentos para sacar el film a flote. Entre los colaboradores participa como responsable de maquillaje el entonces muy joven Guillermo del Toro.

“Mi proyecto –comenta Echavarría- sufrió muchas suspensiones; estuve cerca de 6 años intentando levantarlo, y cuando estaba prácticamente muerto, Bertha Navarro lo resucitó.

Cronos, El espinazo del diablo y El Laberinto del Fauno

Unos meses después, Guillermo del Toro le muestra guion y apuntes su proyecto fílmico Cronos. Para la realización, producida por Bertha, estaba contemplado el papel principal para el actor argentino Federico Luppi y un papel de reparto para Ron Perlman –luego protagonista de Helboy I y II-.

“Cuando estaba produciendo “Cronos” –comenta Bertha- todo mundo me decía que estaba loca, “¿cómo te traes actores de fuera a una ópera prima”?

Del Toro opina: Sin duda es culpa de ella (Bertha Navarro) que yo haga cine -por ejemplo, por contagio o solidaridad-, Bertha también tiene la culpa de que, en un momento u otro, hayan hecho cine Nicolás Echevarría, Paul Leduc, Guillermo Navarro y muchos más. Cualquier reclamo habrá que dirigirlo a ella.   

Para Del Toro. Bertha también produjo en España “El espinazo del diablo” (2001) y “El laberinto del fauno” (2006), ambas de reconocida trascendencia y escalones para el encumbramiento definitivo del director tapatío.   

Otras producciones destacadas

Resta mencionar algunas de las más destacadas películas producidas por ella para otros realizadores:

El Norte (1983) de Gregory Nava, chicano
De tripas corazón, (1996) de Antonio Urrutia
Un embrujo (1998), de Carlos Carrera
La fiebre del loco, (2001) de Andrés Wood, filmada en Chile
El cobrador, (2006) de Paul Leduc
La delgada línea amarilla (2015), de Celso García
Ayotzinapa, El paso de la tortuga (2018), de Enrique García Meza
Detrás de la montaña (2018), de Nicolás Echavarría
Sonora 2018, Alejandro-Springal

La productora consumada

La comunicóloga Ana Cruz, publicó en 2008 el libro “Bertha Navarro cineasta sin fronteras”, de él y del diario La Jornada se tomaron fragmentos de entrevistas.

A esas aturas del trayecto, el reconocimiento al trabajo de Bertha es sólido. Ella es parte de la historia del Cine Mexicano. Falta completar su trayectoria y sus aportes.

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