Jorge Ramírez Pardo
¿Utopía o espejismo?
Desde hace días, semanas, ¿meses?, circula en Internet –sin firma ni identificación de fuentes informativas- un texto por demás atractivo y hasta seductor. A groso modo, plantea que los escolares tempranos de Japón experimentan un proceso de recambio innovador y liberador en cuanto a desterrar de la escuela taras como autoritarismo y memorización a ultranza aún vigentes en espacios de enseñanza en diversos confines.
Los tópicos subrayados e innovadores relevantes son:
- El niño es formado para ser ciudadano del mundo. Deja atrás exacerbado nacionalismo de su ser nipón.
- No hay tareas ni materias de relleno.
- Es inducido con formas amables a cumplir una cuota de lectura diaria, convertida en un libro semanal y 56 al año.
- Aprendizaje de varios idiomas.
- Estudio de matemáticas a partir de su práctica en acciones mercantiles.
El texto agrega una alerta respecto a la situación en desventaja de los escolares en países como México.
El sí y el no
En el portal (en apariencia formal) titulado “Visión Liberal”, con lema ´Para cambiar el eje del debate en América Latina´, se retoma la información tal cual y se difunde sin citar fuentes informativas; además, agrega un título “El ´Cambio Valiente´ de Japón que revoluciona el paradigma de la escuela”, firmado por Visión Liberal (esto es, todos y nadie).¿Serán acaso ellos los inventores de esta suerte de fantasía con apariencia de utópica (aspirar a ideales distantes) pero asentada y reforzada en el “statu quo” conservador y acrítico, proclive a la competencia mercantil?
Añaden, sin embargo, esta información: Se está probando en Japón un revolucionario plan piloto llamado “Cambio Valiente” (Futoji no henko), basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius.
Otro texto calcado:
El programa Futoji no henko tiene una duración de 12 años, y solo tiene cinco materias:
1. Aritmética de Negocios. Las operaciones básicas y uso de calculadoras financieras.
2. Lectura. Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja y terminan leyendo un libro por semana.
3. Civismo. Entendiendo éste, como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo y el respeto a la ecología y medio ambiente.
4. Computación. Office, internet, redes sociales y negocios on-line.
5. Idiomas. 4 o 5 Alfabetos, Culturas, Religiones, entre japonesa, latina, inglesa, alemana, china, árabe; con visitas socializadoras de intercambio a familias de cada país durante el verano.
La alerta -también cita literal-
¡Contra ellos van a competir nuestros hijos! ¿Y quiénes son nuestros hijos?
- Niños y jóvenes que saben más de los chismes de la farándula de moda, que se saben y conocen los nombres y la vida de los artistas famosos, pero nada de historia, literatura o matemáticas, entre otros…
- Que hablan sólo español más o menos, que tienen pésima ortografía, que odian leer libros, que no saben hacer sumas de quebrados, que son expertos en “copiar” durante los exámenes y burlar las normas a los ojos de padres y educadores.
- Niños y jóvenes que pasan más tiempo viendo y aprendiendo las estupideces de la Internet, la televisión o partidos e ídolos de “fútbol”, que estudiando o leyendo, casi sin comprender lo que leen, y por ello creen que un jugador de fútbol es superior a un científico.
- Niños y jóvenes que son los llamados homo-videos, ya que no son socializados adecuadamente, sino que están estupidizados, zombies del iPhone y Android, las tablets, el skate, el facebook, Instagram, los chats; donde sólo hablan de las mismas estupideces que enumeramos antes o con los juegos informáticos, en un claro aislamiento que conocemos como autismo cibernético y que atenta contra la libertad, la educación, contra su autoestima, autonomía, contra el respeto a sus padres o al prójimo, contra el medio ambiente, la solidaridad, la cultura, y promueven un egoísmo alarmante dejando una sociedad ciega.
Aclaración de expertos
Un portal web español denominado “Soy docente maestro y profesor”, también retoma la información con una postura escéptica crítica. Así titula un artículo institucional “El cambio valiente: ¿Es cierta la nueva propuesta educativa en Japón?”.
Pero, quien hace aclaraciones y desmentidos mejor sustentados en su bloque Un mexicano en Japón, es el mexicano Manuel Medina González –con varios años de residencia en Japón-, afirma: El Futoji no henko, “Cambio revolucionario” ha sido muy difundido en las redes y parece ser “un sistema cerca al ideal”, y mucha gente se pregunta si es cierto o no todo lo que se menciona en él, pero no es tal. He corroborado los puntos con gente que trabaja en el área de educación por acá.
Otro experto, Alejandro Ochoa, agrega: Si este sistema educativo fuera verdad, realmente sería extraordinario, porque formaría al individuo para el mundo y no para ser un simple empleado como sucede con sistemas educativos actuales sobre todo latinos, pero nadie lo ha aprobado, ni siquiera Japón.
Retomar la utopía educativa
El modelo divulgado como cierto y desmentido, toma sí, aspectos ya incorporados a la escolaridad en Finlandia. Como la ausencia de tareas o de gran estímulo para la lectura, y el aprendizaje con investigación y marcada interacción entre educandos, como el planteado desde fines de la primera guerra mundial en Francia por Celestin Freinet.
Ciertamente en Japón y en Finlandia el profesor de educación básica y en general, tiene un reconocimiento alto, contrario a lo que sucede en México y Latinoamérica; excepto en el caso mexicano en la treintena de centros SEP/CONACYT de investigación tipificados como “de excelencia”, ahora cuestionados por su distanciamiento de la sociedad y la condición de privilegio con escasa evaluación y dudosa rendición de cuentas.
El tema da para reflexionarlo y en otra ocasión nos encontramos, lector, a revisar el fenómeno escolar finés y las distintas corrientes denominadas “nueva escuela” surgidas en Europa después de sus dos guerras mundiales.