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Galería de Diversos|La dizque no cultura potosina

Jorge Ramírez Pardo

Es notable y cada vez más señalada, la actual improcedencia mostrada por el titular de la denominada por Secretaría de Cultura, su numeroso personal directivo y obeso cuerpo de burócratas de acompañamiento.

Es timorato en conjunto el mandato estatal del gobernador Juan Manuel Carreras, pero en el sector cultura ello se remarca. El principio de Piter en pleno día, entre más anchura de nómina, directivos y salarios tienen, más se estorban,menosproducen y proyectan.

Los orígenes del neocacicazgo colectivo

Cuando inició el cuatrienio -1993 a 1997- del ex gobernador Sánchez Unzueta, regía el sector un Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, surgido para duplicar las acciones y funciones del más añoso Instituto Potosino de Bellas Artes (IPBA), identificado por la comunidad artística como una institución urgida de recambios y relevo generacional. La duplicidad continuó y se incrementó con otro nombre, Instituto de Cultura de San Luis Potosí.

Como todo cambio, generó expectativas. Llegaba al cargo un amigo del gobernador Unzueta, el hidrocálido Eudoro Fonseca Llerena (más bien aguatibio porque proyecta imagen de timorato crónico)–avecinado en la capital potosina desde cuando su tío Guillermo Fonseca Álvarez era el gobernador. Eudoro ya era integrante del grupo al que también han pertenecido el ex gobernador Fernando Silva Nieto –tío del actual secretario de Cultura, Armando H. Silva-, el escritor David Ojeda y, de manera menos visible, un conjunto de inquietos compañeros cuando cursaron carreras humanísticas y, luego hacían reflexión en la Casa de la Cultura dirigida por su amigo navista/priista el arquitecto Francisco Cosío o en el edificio de la Caja Real donde a algunos les incluían ennómina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en un área de investigaciones humanísticas, cimiente distante y pálida de la actual Facultad de Humanidades de la misma UASLP.

Unzueta, Silva y Fonseca se airearon en la ciudad de México y en el extranjero –el último de ellos hasta hizo posgrados-. Silva consiguió ser senador priista en mancuerna con el entonces ex gobernador Carlos Jonguitud Barrios, eso fue su trampolín para ligarse al equipo del luego regente de la ciudad de México Manuel Camacho Solís y ser precandidato a la presidencia al final del salinismo. Esto viene a cuento porque desde el equipo de Camacho, Silva intentó promover a creadores potosinos para darles presencia en la ciudad de México; aquello fue pólvora quemada porque no sucedió nada, y cuandofue el gobernador potosino -1977 a 2003- alimentó la inercia tibia con el continuismo al frente de ICSLP de Fonseca sobrino del ex gobernante Fonseca y su pandilla creciente y fieles a él y sus intereses no a un programa de trabajo y, como sus antecesores reacios a la crítica y la evaluación.

El resto es también principio de Piter, cada vez más amigos en nómina, cada vez más sueldos gordos alimentadores de incompetencia en ascenso; el devenir institucional de evaluación innovación al archivo muerto y el relevo generacional que se joda.

Un antecedente en el muestrario de los despropósitos

En 1990 en la Casa de la Cultura –hoy denominada ¿museo? (sic)- se realizó un encuentro de reflexión de la comunidad artística potosina en mesas de trabajo por disciplinas artísticas, más una mesa para promoción y periodismo cultural. El evento fue inducido por Manuel de la Cera, funcionario federal del entonces recién nacido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), y arropado por la casa sede a cargo desde su fundación del arquitecto Francisco Cosío y por el IPBA presidido por Raúl Gamboa. Ya se les denominaba a Cosío y Gamboa los caciques dictablandos porque estaban perpetuados en sus respectivos cargos, pero sus formas exteriores eran paternales –todo está bien mientras yo tenga la última palabra-; ah, la mustiedad potosina por nacencia o adopción.

Pocas veces como en aquella ocasión, la comunidad artística se reúne y participa entusiasta en reflexionar y proponer un mejor deber ser del fenómeno artístico local. Hubo una jornada larga de mesas de trabajo y elaboración de relatorías para ser leídas al día siguiente en la sala Francisco de la Masa de la Casa de la Cultura –ya entonces apellidada por un reportero perspicaz “La Casa de Paco” (Cosío)-.

Al día siguiente, el escenario que los coloquiantes de la comunidad artística vieron a su llegada un altar laico con logotipo del PRI de piso a techo como telón de fondo y un presídiumdonde junto a Manuel de la Cera exhibía su figura totémica relamida el entonces presidente estatal del PRI Carlos Jiménez Macías, y el director del IPBA Raúl Gamboa. Francisco Cosío, para no ser acólito visible del sainete, permaneció al fondo de la sala fingiendo hacer la innecesaria coordinación de logística.

Sello distintivo

Esa ha sido la perenne marca de la administración de bienes, recursos para la producción artística (incluidas becas, casi siempre con dedicatoria a modo), una obesa y sobre-asalariada nómina de burócratas, y exceso de directivos en las etapas siguientes, cooptadores y cooptados por los poderes en turno.

En 2003 el contador de gobiernos estatales priistas (pero con alma tricolor de sepa) Marcelo de los Santos rentó la marca del PAN para conseguir la gubernatura.

Abundaron los recursos entre 2003 y 2006(parte complementaria del mandato presidencial de Vicente Fox) con una partida de mil millones (excedentes petroleros le denominaron) y el ejercicio corrupto, pero visionario, de Roberto Vázquez al frete de una “gata revolcada”, el ICSLP ahora gatopardeado (aparentes cambios para que siga lo mismo o peor, según Giuseppe de Lampedusa).

  • Se edificó el Museo Laberinto de la Ciencias (con presupuesto inicial de 100 millones de pesos y final de 460 millones) y una única directora desde entonces, María González con mentalidad de gerenta y sin perfil científico
  • Se remodelo el antiguo penal de Calzada de Guadalupe para convertirlo en el perenne elefante reumático –ahora más que nuca, excepto un flotador con esculturas prestadas denominado Museo Leonora Carrington y un teatro Polivalente rentable porque no hay producción escénica propia), pero con un sobrino del ex gobernador Fonseca a quien se impuso en la dirección alterado estatutos.Sólo por matizar, cabe la pregunta ya formulada en otras ocasiones, ¿A casa de quién fueron a parar las toneladas de herrería que antes fueron rejas?, ¿por qué no continuaron en el lugar como materia prima para montajes escultóricos o lo que hoy denominan instalaciones?
  • La ajenidad al contexto local de Roberto Vázquez y su pánico a la prensa, lo llevaron a duplicar directivos para no despedir a directivos enquistados en la nómina, entonces ya con 12 años de sueldos privilegiados y escasa laboriosidad y rendimiento.

Durante el sexenio del marcelato (2003 a 2009) hubo notable derroche y desvío de recursos para beneficiarios privados. Además, De los Santos, al final de su mandato, hizo perdedizos mil quinientos millones de pesos de los cuales su sucesor Fernando Toranzo y el actual mandatario Juan Manuel Carreras son cómplices por omisión en la rendición de cuentas y la ciudadanía deudora de sus desfalcos y excesos.

Ya de salida

Luego entonces, la actual denominada Secretaría de Cultura, su titular y pandilla directiva, no laborar para impulsar una creación artística que incida en el todo del cuerpo social, en lo cultural, son menos que artesanos en su propio beneficio.

Un artesano tiene oficio y hasta genera arte sin pretensiones. Estos rémoras sólo tienen beneficio.

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