Jorge Ramírez Pardo
Con 13 candidatos de Morena a la gubernatura, se confirma que la dirigencia estatal de Sergio Serrano y los oficios del ex super delegado Gabino Morales, carecen de oficio y liderazgo. También queda al descubierto que derrochan un capital político alcanzado por el presidente López Obrador. Con 13 egos en competencia, la mayoría lampareados por el oportunismo de coyuntura –sin haber ni quehacer político ni trayectoria-, hay riesgo de fuego amigo cuando surja un candidato.
En la madriguera de enfrente, la situación no es envidiable. De los siete candidatos panistas iniciales quedan cuatro que parecen dos, Octavio Pedroza y Marco Gama; pero su incongruente alianza con el PRI, rival histórico, no les garantiza un candidato. Vale el diablo por viejo y mañoso.
En el sector denominado cultura
En la administración de recursos para la creación artística -90% destinado a mantener una obesa planta burocrática y excesivo número de “directivos” sobre-asalariados y estorbantes- las migajas presupuestales se reparten de manera selectiva y opacidad en cuanto rendición de cuentas. Hay síntomas aquí reiterados, pero necesariamente enunciables/denunciables, por lo que pueda venir. Esperemos no suceda lo mismo que en el congreso local, se pronostica que no puede haber uno peor que el anterior y se refinan a la baja:
- Hay en la ciudad una decena de museos. La mayoría con directivos sin perfil ni capacidad para renovarlos, hacerlos interactivos y consonantes con el suceder contemporáneo. Con personal excedido, pero sin expertos en el tema prioritario ni técnicos.
- El sumum de despropósito en este tipo de sitios es un Laberinto de la Ciencias, virtualmente al margen de la sociedad porque no tiene acceso por el popular Parque Tangamanga ni gratuidad para quienes no pueden pagar la cuota ni tienen vehículo para llegar a él. No se admite prole, ni se incentivan vocaciones para las ciencias; es juguete para curros, en nomenclatura actual fifís. El proyecto inicial fue forjado por el científico Raúl Cid quien renunció al cargo el día de la inauguración (año 2009) porque lo querían hacer firmar documentos para justificar como inversión, gastos de representación y compras decididas desde el Museo del Niño en la ciudad de México. Durante sus 11 de existencia lo dirige, con mentalidad gerencial, la señora deefeña María González quien llegó desde inicios del sexenio de Macelo de los Santos (2003-2009) a auxiliar a Roberto Vázquez, con quien había trabajado en la logística de festivales de la Ciudad de México. Nula experiencia científica ni alianza con los científicos locales. Nulo aprovechamiento de divulgadores de la ciencia con 30 años de trabajo en la localidad. Las visitas al recinto las hacen edecanes de permanencia temporal porque, la mayoría, sólo llegan a hace servicio social. ¿Y la gobernabilidad y sus auxilios científicos y disque culturales?
- Desde 1993, cuando inició el cuatrienio del gobernador Horacio Sánchez, invito a su amigo, Eudoro Fonseca (sobrino del ex gobernador Guillermo Fonseca) a ser el primer director de un Instituto de Cultura de San Luis Potosí, ICSLP; sustituto del Consejo Estatal de Cultura que ya duplicaba en buena medida las funciones del Instituto Potosino de Bellas Artes, IPBA.
- Por aquellos días, en entrevista, otro integrante de la pandilla Unzueta-Fonseca, Enrique Márquez Jaramillo, comentó al reportero que escribe estas líneas: “Si San Luis es tierra de caciques, por qué la cultura habría de ser excepción –el historiaba entonces las trayectorias de Gonzalo Santos y Saturno Cedillo-. Márquez ya se había subido al autobús priista y nunca ha bajado de él, nomás cambia de marca. Cabe mencionar que a esa tribu de amigos también pertenecía Fernando Silva (tío del actual denominado secretario de Cultura Armando H. Silva) quien fue impuesto en 1997 por Unzueta para desplazar a Juan Ramiro Robledo del dedazo priista en sucesión a la gubernatura. Qué institucionalidad ni que mi esos. Primero los compas y festinamos la “disciplina de partido”.
- Aquello, la llegada de Eudoro al ICSLP, parecía un relevo generacional y una oxigenación porque Raúl Gamboa, director del IPBA, estaba perpetuado en su cargo. Pero no fue así, Eudoro inició un nuevo cacicazgo colectivo y trabajó, como desde entonces lo hacen las autoridades de cultura para quedar bien con los mandos federales de donde vine el mayor subsidio. Mezcales, bocoles, enchiladas potosina, marquetería y rebozos de Santa María son milagrientos para anfitrionar turismo cultura de jefes (el que paga se deja chiquear). Fonseca sobrino, primer titular del organismo con nueva nomenclatura, inició la carrera de hacer obesa la institución y trabajó aplicado por el culto a su persona. Se enojó mucho y mando reclamos cuando se le señalo, un ser humano requiere de otras personas como bastones emocionales, pero él tenía tantos aplaudidores que en su sequito había “bastones para apuntalar a los bastones emocionales”.
- Nulos ejercicios de evaluación y la institución de cultura refugio de empleados incómodos, recomendados y lavado de dinero para partidas “especiales” de gobernantes en turno. Los cambios son para empeorar y abultar la burocracia y suelos cupulares.
- Uno de los puntos notables de abultamiento burocrático con matiz “cultural”, pero no el último, se dio cuando llegó al mando gubernamental De los Santo (2003-2009). Durante su campaña para llegar al mando, le propuso el historiador Joaquín Muñoz convertir el Instituto de Cultura en Secretaría. De los Santos –por cierto, ajeno total al sector y sus personeros- designó para el nuevo cargo a Muñoz, pero este fue objetado por el ex gobernador Unzueta y el primer cuerpo directivo de El Colegio San Luis, con quienes tenía añejas rivalidades nuca subsanadas. El corre-ve-y-dile del veto fue Ramón Zamanillo, auxiliar del entonces gobernador electo. Un concurrente a las reuniones de formación de gabinete estatal, recordó que había un potosino en la ciudad de México, Roberto Vázquez nacido en Matehuala, quien era gestor de los Festivales del Desierto, auspiciados por José Cerrillo Chowel, uno de los patrocinadores de la campaña de De los Santos a la gubernatura.
- Vázquez fue designado Secretario de Cultura. Había recursos millonarios asignados por Vicente Fox, se creció en infraestructura para cultura a preciso hiper inflados (Centro de las Artes, Museo Laberinto), pero también se abultó la burocracia en puestos directivos. Roberto Vázquez tenía total desarraigo e ignoraba el tejemaneje en el sector, También tenía pánico a los medios de comunicación (como las moscas, temía a los periodicazos). Para evitar conflictos en terreno que suponía minado, sin empacho y apoyo gubernamental, duplicó puestos directivos e incremento salarios para allanar su gestión reconocible en algunos aspectos de gestoría y nexos con los mandos federales.
El resto es consabido, el cacicazgo grupal en el denominado sector cultura, tiene ya 26 años de existencia, carece de sustentos, tiene escasos especialistas en temas y relevo generacional. Fundado por un sobrino de gobernador, Fonseca, es presidid por otro sobrino de exgobernador. La corrupción mustia es una institución y sigue la pregunta en el aire ¿Son corruptos por ineptos o ineptos por corruptos? 13 precandidatos de Morena, siete panaderos que parecen dos más la morralla acomodaticia no muestran interés por el tema.