Jorge Ramírez Pardo
En el mapa potosino preelectoral del momento, predominan síntomas de carga negativa, si por tal se entiende oportunismo e incongruencia como predominantes:
- Los enemigos históricos PRI y PAN, hacen evidente su doble moral y su previa alianza de espalda a los intereses ciudadanos.
- Morena, heredera de aquello que se denomina Izquierda –si algo queda- un líder nacional, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador firme pese a bataolas, pero un séquito morenista, en lo predominante, carente de convicciones y pletórico de espíritu mercenario confundible con los modos pripanistas, y una militancia con escasa formación política y numerosos integrantes profesionalizados en el cambio de camiseta (ex de todas las marcas, PRI, PAN, PRD y chiquillada acomodaticia).
- Si ello es en el escenario nacional, en la localidad todo empeora. Un Sergio Serrano al frente de la representación de Morena sin carisma ni liderazgo ni estrategias de lucha; extensión natural del divisionismo y pugna por espacios de control contrarios a la búsqueda de unidad y causas comunes. Ello explica porque hay trece candidatos que parecen cuatro, en realidad dos y uno sólo con estatura, pero pasado con acciones deplorables en aquel viejo PRI de carro completo. Juan Ramiro Robledo.
- Un gobernador con 5 años a cuestas de un ejercicio timorato y corrupto, sin embargo, ya adoptó la fórmula del ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, tener velas prendidas en todas las marcas políticas posibles. Exhibió desde el principio de su mandato como su delfín a sucederle, al arrogante presidente municipal –hoy con licencia- Xavier Nava; pero cuando vio cuánto se desdibujaba, se puso incondicional al servicio de AMLO. Permitió la alianza pripanista a la sucesión gubernamental, pero no hay nada sellado. Sí Juan Ramiro es el candidato por Morena, las negociaciones pueden cambiar y sumar a él su capital desinflado, pero aún con el poder para salvar su cabeza; el único objetivo visible para el fin de su mandato es tener un séptimo año terso y disfrutar las prebendas del tráfico de influencias y la corrupción avalada por él.
- Según dejan ver múltiples crónicas no desmentidas, el PAN ya pactó con Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, tener en conjunto candidato panista a la gubernatura y priista a la presidencia municipal. Pero, tiene un conflicto de intereses aún colgado de la ambigüedad, obsequiar o no la candidatura al precandidato externo Xavier Nava, cada vez más desdibujado de tumbo en tumbo en precampaña por el interior del estado y sin propaganda amiga antes frecuente y subsidiada con presupuesto municipal capitalino.
Morena y sus morenos
El Movimiento de regeneración nacional, es decir, Morena en vías de ser partido o de no serlo, tiene en sí mismo su mejor capital, pero también el camino empedrado por su propia adolescencia (adolescente es el que adolece…, en este caso de militancia asentada, liderazgo y programa en la localidad).
De 13 pre candidatos a la gubernatura que reducen a cuatro y puede ser uno, Juan Ramiro Robledo, si se elige al de mayor trayectoria y capacidad política (carencia mayor de los morenistas locales), tendría que limpiar lacras de su pasado y solo lo logrará si rema fuerte y rápido contracorriente en diversos flancos:
- Como político, es previsible que pacte la sucesión con Juan Manuel Carreras –quién, ya se comentó, su mayor propósito es flotar de muertito hasta el séptimo año-. Carreras en este momento es pro presidente y no hay PRI que lo detenga.
- Pero si ese pacto previsible entre ex priista y priista mercenario no va acompañado como AMLO lo hace, con un ajuste de cuentas real con el pasado, promovido desde la pre-campaña y campaña por la gubernatura -si la hubiera, claro-, se habrá de atener al fuego amigo de los 12 precandidatos que queden en el camino con escasos códigos de ética la mayoría y proclives, según se ha acuñado en la politiquería mercenaria mexicana, de irse al bando contrario si les ofrece mejores posibilidades de permanecer en el candelabro de los privilegios.
- Todos los partidos actuales tienen, matices de lo más negativo de la genética priista (calumniar y denostar más que proponer, mentir, comprar voluntades, vender dignidades). El PAN, antes de Fox fue respetable oposición de tintes clericales fascistas, peto oposición, hoy hasta el disimulo se fue al tianguis de lo convenenciero.
No es el principal riesgo para Morena en la localidad la alianza de enfrente PRI-PAN y morralla, tan defectuosa e inconsistente como la propia, lo es no proponer y convencer, según se ve en sus precandidatos, cambios de fondo consonantes con la 4T. De pronto Leonel Serrato resulta un eficaz demagogo seductor, pero la incongruencia mostrada y la inocultable alianza/deuda perenne con su padrino Sánchez Unzueta no se limpian ni con lija para metal. El Leonel de los inicios fue navista (de los de Salvador y Manuel Nava, no vaya a darse una confusión) y frenteciviquista de cepa, su padrino el máximo horadador de esa causa hoy padece desdibujamiento total con su precandidato prioritario entre varios, el Nava nieto; sus otros precandidatos en orden jerárquico son Leonel Serrato, Primo Dote, y el casi inexistente en las actuales lides Juan Carlos Machinena. Todo hace ver que el llamado maximato mustio local de petate llega a su fin. Pero no confiarse, eso se dice del PRI hace 20 años y renació con Peña Nieto.
Está aún muy verde la sucesión y el río demasiado revuelto. Urge un candidato capaz de proponer y convencer de una gobernabilidad para las mayorías y no sólo para grupos empresariales corruptos/corruptores avalados por congresos blandengues, como ha sucedido de manera muy subrayada de 2003 a la fecha, 17 años.
Juan Ramiro en teoría es el precandidato de mayor tamaño; pero la cantidad es aún obra negra en términos estructurales, si no hay indicios evidentes y confiables de sacudir el fondo el Maximato de todos los rostros pripanistas y morralla, y el Marcelismo de los Santos Toranzo, no hay candidatura firme y menos gubernatura.
En la repisa de la inutilidad
Mientras eso sucede en la arena política, la burocracia de la denominada Secretaría de Cultura en el invernadero de los despropósitos con 25 años acuñados de cacicazgo colectivo afianzado en corrupción e impunidad. El sitial lo comanda en la forma Armando Herrera Silva, en la realidad es la dupla Herrera Silva-Eudoro Fonseca, los nepotes o sobrinos de ex gobernadores que, a la usanza salinista “ni ven, no hablan ni escuchan”. “El que se mueve, decía Fidel Velázquez, no sale en la foto” y en Puebloquietomustio, esto se refina de vacíos y despropósito cual producto envuelto en papel celofán.