Taiwán ha registrado el primer caso de COVID-19 de transmisión local en más de ocho meses, lo que puso fin a la racha más prolongada del mundo sin un contagio interno. El caso es también un recordatorio de la capacidad del virus de imponerse a los esfuerzos más exitosos para contenerlo.
Se confirmó que una mujer de 30 años se había contagiado de SARS-COV-2 en Taiwán, dijo este martes el ministro de Salud, Chen Shih-chung, en una sesión informativa en Taipei.
Si bien se han observado casos en viajeros que llegan desde el exterior, la última infección comunitaria en Taiwán fue el 12 de abril.
La mujer estuvo en reiterado contacto entre el 7 y el 12 de diciembre con un piloto de Nueva Zelanda que se había contagiado de COVID-19 en Estados Unidos, antes de viajar a Taiwán, según Chen. El Gobierno multará al piloto de Eva Airways con hasta 300 mil dólares de Taiwán (10 mil dólares estadounidenses) por no proporcionar datos de contactos.
Los cargos de salud han identificado a otras 167 personas con las que el caso más nuevo entró en contacto antes de que fuera aislada, indicaron los Centros para el Control de Enfermedades en un comunicado.
La paciente es empleada de una filial de Quanta Computer, que precisó que ha endurecido las medidas de control de virus y pidió a los contactos cercanos de la trabajadora que se pongan en cuarentena en casa.
La policía rastreó el último caso después de investigar a todas las personas con las que el piloto estuvo en contacto antes de dar positivo.
Otros dos casos confirmados contrajeron el virus del piloto mientras trabajaban con él en un vuelo de EU a Taiwán el 15 de diciembre.
Historia de éxito
El resurgimiento de un brote local amenaza con descarrilar una de las historias de éxito más destacadas en la lucha global contra la pandemia.
Taiwán actualmente ocupa el segundo lugar en la clasificación de resistencia de COVID de Bloomberg, un indicador de los mejores lugares para pasar la pandemia.
Ha logrado mantener su número total de casos en 770, con solo siete muertes, mediante prohibiciones de viajes a la isla al comienzo del brote y una estrategia estricta de cuarentena y seguimiento de contactos.
“La pandemia de hoy fuera de las fronteras de Taiwán es peor que nunca”, indicó Raina MacIntyre, profesora de bioseguridad global en la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Para lugares como Taiwán que han impedido la transmisión, “la frontera internacional es el eslabón débil que puede permitir la entrada de infecciones”.
Con información de El Financiero.