La Secretaría de Salud (Ssa) informó que analiza el caso de una doctora de 32 años que fue hospitalizada en la unidad de terapia intensiva de un hospital de alta especialidad del Instituto Mexicano del Seguro Social en Nuevo León tras presentar una reacción adversa, apenas media hora después de recibir la vacuna contra el COVID-19 de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech.
De acuerdo con un comunicado de las autoridades sanitarias la médica presentó erupción cutánea, crisis convulsivas, disminución de la fuerza muscular y dificultad respiratoria, por lo que el diagnóstico inicial es encefalomielitis en estudio, agregói que “se reporta estable, sin presencia de crisis convulsivas en las últimas horas”.
La Secretaría agregó que la doctora cuenta con antecedentes alérgicos y dijo que hasta ahora no hay evidencias de los ensayos clínicos de la vacuna de que alguna persona antes haya presentado encefalitis tras su aplicación.
“La doctora cuenta con antecedente de alergia al Trimetroprim con sulfametoxazol, misma que puede ocasionar cuadros graves e inclusive la muerte y se caracteriza, entre otras cosas, por erupciones cutáneas, angioedema y reacción anafiláctica”, explicó la Ssa.
“La doctora se encuentra bajo observación y tratamiento por parte de especialistas en medicina crítica para disminuir la inflamación cerebral presentada. Se continuará tratamiento especializado intensivo con base en esteroides y anticonvulsivos para disminuir el riesgo de que presente secuelas”, agregó.
El plan del gobierno supone inocular primero a unos 750 mil miembros del personal de salud que atienden a pacientes contagiados con el virus y, posteriormente, a los adultos mayores.
A principios de diciembre los ensayos de la vacuna contra la COVID-19, pero ésta del laboratorio chino Sinopharm, fueron suspendidos temporalmente en Perú debido a que un voluntario presentó disminución de la fuerza de sus piernas con algunos síntomas que podrían estar vinculadas al Síndrome de Guillain-Barré.
Para el 16 de diciembre la ministra de Salud, Pilar Mazzetti anunció que “habiendo solucionado el problema de suspensión del ensayo clínico y aclarado la situación” se reanudaban las pruebas de la vacuna.
De acuerdo con expertos en salud en el mundo, después de que se suministra una vacuna se pueden esperar efectos secundarios, como dolores musculares; no obstante, al igual que otros tipos de vacunas, las diseñadas contra la COVID-19 se someten a ensayos y pruebas con miles de voluntarios, con el fin de asegurar que son seguras.
El pediatra infectólogo y profesor de Pediatría de la Universidad del Salvador, en Aregentina, Eduardo López, dijo que las vacunas pueden generar reacciones alérgicas, pero que son episodios poco frecuentes.
“La primer precaución es la consulta médica si uno es alérgico grave para saber qué vacuna puede tomar o si la intensidad de su alergia puede mitigarse con algún antiestamínico un rato antes de la vacunación”, dijo al medio La Crónica de Argentin.
También fue consultado Javier Farina, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, quien aseguró que las alergias representan una leve comezón o ardor o incluso hasta algunas manchas en la piel, aunque añadió que este último síntoima ocurre muy rara vez.
Con información de ADN40.