Javier Padrón
Xavier Nava mantiene un silencio sepulcral. Ni la jugosa oferta de ser candidato a diputado federal lo ha vuelto a la realidad, desestima el principio leguleyo de lo perdido lo hallado, la gubernatura se le escapó de las manos por una serie de errores, algunos elementales, le faltó inteligencia, humildad, congruencia, honestidad, rodeado de aduladores y prensa de confeti, se creyó rey. Ha tenido días de tensión extrema, de malhumor, el fracaso es doloroso, tarda en asimilarlo.
Sus redes sociales están apagadas, lo último que compartió fue el reclamo de Gustavo Madero por su derrota de la candidatura panista al gobierno de Chihuahua ante María Eugenia Campos, la que cobraba de palera del extraditable exgobernador priista César Duarte. Madero marcó su raya con el dirigente nacional Marko Cortés porque no se respetó el acuerdo de que el perdedor tendría el derecho de designar al candidato a la alcaldía de la capital.
Le comunicó a Cortés que no lo considere para coordinar la bancada en el Senado. Son tiempos de fracturas en el PAN y Nava reafirmó su identificación con estos perdedores, los bárbaros del norte; el gobernador saliente Javier Corral ya fue desplazado con anticipación de la carrera presidencial por Ricardo Anaya en cruzada municipal tipo AMLO. Corral tendrá mucho que meditar, en su conciencia está la ejecución de la periodista Miroslava Breach por sicarios del narcotráfico coludidos con caciques panistas.
Nava tiene que reponerse y romper el silencio, definir si acepta o no otro cargo que no sea el deseado, si se repliega a trabajar desde la “sociedad civil” o si insiste con el PRD y corre el riesgo de hacer el ridículo con esa franquicia sin militancia y de pena ajena. En la comida entre prianistas, en el restaurante de moda de la clase política que estira el presupuesto y no acata el horario laboral, fue un encuentro casual según sus organizadores y del que dio fe pública el “oreja” horacista Leonel Serrato, como si el menú y servicio del establecimiento fueran una maravilla, se formalizó de facto la candidatura de Octavio Pedroza al frente de la coalición conservadora. Luis Mahbub y Enrique Galindo saben que no es la suya, la candidatura a la alcaldía será la compensación para cualquiera de los dos.
El PRI le dio la espalda a Nava, fue la línea del gobernador Carreras, líder moral del prianismo doméstico y sigue en el juego de la sucesión con dos boletos en partidos distintos: Pedroza y Mónica Rangel. Esta ficha tricolor —que metió en Morena con el aval revelador de cinismo del Presidente AMLO— compite con la frescura y candidez de Paloma Aguilar, le faltan unos machuchones que le ayuden a ganar, a su lado tiene puros inútiles, no se ve un coordinador de campaña ni un jefe de prensa, no le da forma a su proyecto político.
Hasta ahora las fisuras en el panismo potosino son leves. Sonia Mendoza, Lidia Argüello y Josefina Salazar representan una minoría en el partido, si se van, no pasará nada, son fuegos fatuos. Los liderazgos fuertes le dieron su apoyo a Pedroza: el suplente del senador Marco Gama, Paco Salazar y el exgobernador Marcelo de los Santos; este no estuvo muy visible pero se decantó por el ingeniero químico, las diferencias que tuvieron cuando ejercieron sus cargos son irrelevantes en la actual coyuntura, se prioriza el bien mayor.
Nava en Palacio de Gobierno equivalía al rejuvenecimiento del innombrable horaciato. Marcelo no lo iba a permitir, puso su grano de arena para la derrota navista. Tres años atrás, con su sonrisa ensayada estuvo en primera fila en la campaña de Nava a la alcaldía en contra del gallardismo. El interés de Marcelo es del dominio público, a través de su hijo se asoció en el negocio inmobiliario de Carlos López Medina en La Cañada del Lobo; con Nava en la alcaldía se ofreció un escenario óptimo, un facilitador incondicional de la destrucción del ecosistema del Valle de San Luis.
Nava no pudo cumplirles a estos millonarios que quieren pavimentar las faldas y cerros de la Sierra de San Miguelito, estos capitales nunca dejaron de estar cerca de Pedroza y la hegemonía horacista entró en su fase terminal, el cargo vitalicio del opaco, deficiente y tortuoso consejo del rescate del Centro Histórico se le puede acabar en el próximo sexenio, ya se le dio su oportunidad y no pudo.
Ni siquiera hay planeación, se derrocha el erario con ocurrencias electoreras: primero el constructor favorito Luis Mahbub rehabilitó Carranza que sigue inundándose y luego el alcalde Nava la alteró con una ciclovía que nadie usa y ya tuvo una víctima fatal, un adulto mayor que salió a pasear en su bicicleta se accidentó y se pegó en la cabeza por la falta de señalización básica frente a la Universidad Champagnat. La directora de Desarrollo Urbano, Patricia Rodríguez Álvarez, debió ser investigada y destituida, se mantiene en el cargo, el gremio de los arquitectos tiene el poder de la impunidad.
Marcelo, a reserva de lo que diga Octavio si llega al Palacio, ya debe de tener en mente a un relevo de Horacio, quien ya debe aceptar su jubilación y dejar que Marcelo se haga cargo del viejo orden rochista, el contador de las cuentas inmaculadas de gobernadores priistas de triste memoria, el amigo de los Amigos de Fox, el elector del 2021, salvo si Paloma o Ricardo Gallardo, las apuestas de AMLO, le llevan la contra.
CONSULTA DE LA ANP
Durante un mes estará abierta la consulta pública de la SEMARNAT para el proyecto de declaración de Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito. Las organizaciones ambientalistas consideran que el Presidente AMLO cumplirá su palabra y aseguran que La Cañada del Lobo, con su histórica presa y acueducto, y montes pelones que sirven para nutrir al acuífero, será preservada.
La contraparte, inspirada en las ilusiones económicas del “Chato” López, reaccionó: la expropiación salinista nunca se indemnizó. A los comuneros, el gobierno de la 4T les puede pagar, a precio actualizado, la expropiación y asunto arreglado, seguiremos disfrutando de este paseo del populacho de fin de semana, mientras la SEMARNAT y otras dependencias federales hacen su trabajo, el INAH se mantiene pasivo, está obligado a informar de los vestigios prehispánicos y posteriores de la sierra que constituyen un patrimonio cultural a rescatar.
Urge que el director general Diego Prieto sea responsable y designe a un nuevo delegado del INAH, el titular Juan Carlos Machinena, hechura horacista, anda de licencia con un vehículo oficial en campaña de candidato a gobernador por un partido equis, en el que se accidentó.
La puritana 4T permite y tolera esa y otras atrocidades, como en su momento lo hizo el INAH, Fox y Fernando Silva Nieto con la destrucción del histórico Cerro de San Pedro, para beneficiar al capital canadiense del que es guardián el senador morenista Napito. Devastado, contaminado, ahora si quieren hacer el Cerro de San Pedro un “Pueblo Mágico”.
Si los millonarios que se decepcionaron del alcalde con licencia, el negocio de la Cañada de Lobos está a punto de caerse, Germán Larrea, en el “top ten” de los más ricos de México, además de molesto está desesperado, ya le urge fraccionar sus 600 hectáreas de plomo, cadmio, azufre y otros metales pesados, remediadas por la UNAM, ya gastó mucho dinero en el mismo Nava y los abogados Sánchez y De la Garza.
¿Habría que ver si los fraccionamientos de Larrea respetan la zona de amortiguamiento de su Planta de Zinc? El Peje, recién llegó a Palacio Nacional, le autorizó una licencia de funcionamiento de otros 50 años más.