Marcela Loyola
Mientras los hospitales no cuentan ni con los medicamentos elementales para la atención de los pacientes, la ex titular de los Servicios de Salud del Estado de San Luis Potosí, Mónica Liliana Rangel y otros altos funcionarios, se dedicaron a darse vida de reyes y a derrochar el tan necesario dinero público, al gastar 75 mil pesos del erario público en un restaurante de lujo.
Condenó el vocero de la organización Ciudadanos Observando, Guadalupe González Covarrubias, quien dijo que cuentan con pruebas en mano, de que los altos funcionarios se gastaron más de 75 mil pesos en consumos realizados en el lujoso restaurante Marengo, ubicado sobre Avenida Chapultepec.
Expuso que la propia Auditoría Superior del Estado (ASE), en su informe individual AEFPO-19-PARTFIP-2019 ya había observado 24 mil 445 pesos en un consumo del año 2019 hecho por los Servicios de Salud en el citado restaurante, ya que el organismo fiscalizador señala que no se podía aceptar como gasto justificado, al no considerarse como un gasto prioritario para la operación de la dependencia.
“Simplemente, los Servicios de Salud, no solventaron esa observación y para el 2020 ahora se gastaron lo doble y presentaron tres consumos que llegaron a los 75 mil pesos. La primer comilona fue facturada con el folio 11406 por 15 mil 795 el 18 de mayo del 2020; la segunda y más costosa fue el 10 de julio de ese mismo año, donde se gastaron nada más y nada menos que 27 mil 321 pesos pagados con la factura 11907 y el tercer consumo fue hecho el 11 de noviembre del 2020 y se pagaron 7 mil 767 pesos con la factura 12107, lo que suma un total de 50 mil 583 pesos”, lamentó.
González Covarrubias aseveró que esta situación de estos gastos son un verdadero insulto para la sociedad potosina, ya que mientras los hospitales carecen de cosas elementales como medicamentos o las enfermeras no han podido recuperar el dinero que les fue retenido ilegalmente, los funcionarios de la Secretaría de Salud se han dado una vida de lujos, derrochando en comilonas los recursos públicos.
“¿De qué sirve que la Auditoría Superior del Estado observe estos gastos y los considere no justificados, si de todas formas, año tras año los Servicios de Salud van a seguir violando la ley sin ninguna consecuencia? ¿Por qué estos abusivos funcionarios no pagan de su bolso estas bacanales?”, cuestionó.