Es probable que el mundo tenga una mejor idea sobre los orígenes del COVID-19 en unos pocos años a medida que los científicos continúen analizando los datos, según un miembro del equipo internacional de expertos que viajó a China para rastrear el surgimiento de la pandemia.
A pesar de la escasez de pistas sobre las raíces del virus y las tensiones políticas en torno a la búsqueda, el proceso científico finalmente prevalecerá, dijo Peter Daszak, un zoólogo con sede en Nueva York que asistió a la misión, en un seminario web organizado por el grupo de expertos del Reino Unido Chatham House este miércoles.
“Estoy convencido de que lo sabremos muy pronto”, dijo. “En los próximos años tendremos datos realmente significativos sobre de dónde vino y cómo surgió. Eso es consistente con otros brotes en el pasado”.
La misión, que fue organizada por la Organización Mundial de la Salud y China, pasó un mes revisando datos y estudios y visitando sitios y cifras clave. Inicialmente, el equipo restó importancia a las especulaciones de que el coronavirus podría haberse filtrado de un laboratorio y dijo que es más probable que haya saltado a los humanos a través de un huésped animal o productos de vida silvestre congelados. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo más tarde que la organización no ha descartado ninguna hipótesis.
El equipo de científicos debe publicar su informe en las próximas semanas.
Idealmente, una investigación completa se iniciaría al comienzo de un brote, aunque la misión se ha beneficiado el año pasado a medida que los científicos obtuvieron una mejor comprensión del virus, dijo Marion Koopmans, viróloga holandesa que también formó parte del grupo.
“No es una oportunidad perdida investigarlo incluso un año después de lo que creemos que es el comienzo de la pandemia”, dijo Koopmans.
Con información de El Financiero