Federico Anaya Gallardo
Dije que Stalin sería el origen de Thanos. No es una idea loca. Me la inspiró ver un par de conferencias del Dr. Jonathan Brent (n. 1949), quien es un profesor de Historia y Literatura estadounidense (actualmente en el Bard College, Annandale, Nueva York).
Dirigió las editoriales de las universidades Northwesterny Yale. En la última, coordinó la publicación de los materiales liberados de los archivos de la extinta URSS. Hay muchas conferencias suyas en YouTube. En una (Liga 1), cuenta cómo se acercó a la biblioteca personal de Stalin. Recuerda que, socarrón, le pidió al bibliotecario si habría en ese acervo algo escrito por Trotski. (Minutos 42-48.)
Al funcionario le incomodó la puya pero a la mañana siguiente Brent encontró en su mesa de trabajo el ejemplar de Stalin de Historia de la Revolución Rusa del gran hereje soviético. Estaba lleno de anotaciones. El camarada Stalin no era un bruto que no leía. (Ese es uno de los cuentos del camarada Trotski.) Leía mucho y atentamente.
Brent ha encontrado en las notas de Stalin en textos de Lenin un patrón: el georgiano admira e imita al fundador del Estado soviético y aprende a argumentar siguiendo los textos de su maestro. Nada de esto es propaganda, sino observación de un académico quien, aparte, es un anti-totalitario declarado.
Stalin estudiaba y confiaba en la capacidad del socialismo científico para cambiar la realidad. Y esa realidad, a principios del siglo XX y aún hoy día, era horrible pobreza para la mayoría e indignante privilegio para unos pocos.
El líder de la URSS, nos dice Brent, no era un hipócrita que en secreto deseara ser como los capitalistas. Regalos extraños y costosos (como un suntuoso abrigo de pieles mandado por sindicalistas de la industria peletera de Chicago) los mandó a un museo (minutos 18-25 & 32-33) pues prefería vestirse como campesino –lo que le ganó burlas del snob Churchill.
Es decir, Orwell no entendió a Stalin aunque describió muy bien a los burócratas estalinistas. Brent nos dice que tampoco era un loco o desquiciado, ni un criminal que gustase de matar. Brent comenta: “desearíamos que Stalin fuese así” (malo, loco, hipócrita) porque deseamos que la saga estaliniana fuese “una gran perversión de la Historia”. Pero no lo es.
El profesor estadounidense nos dice que Stalin “llevó la lógica de sus ideas hasta el final porque no tenía miedo. Era un verdadero hombre nietzscheano. … No reconocía reglas morales porque sabía que todas las reglas morales son relativas” (minutos 25 a 30).
Los bolcheviques buscaron construir una sociedad mejor organizada, igualitaria e incluyente. ¿Quién no estaría de acuerdo? Cuando el estalinismo logró la industrialización y urbanización de la URSS en los 1930s, el mundo capitalista se hundía en la Gran Depresión.
Y en los 1940s, mientras Francia caía y Londres pensaba rendirse frente al nazifascismo, la URSS resistió y venció. Brent sugiere que Stalin representaba una ideología institucionalizada (“a trans-personal power”) aceptada y apoyada por las mayorías de los pueblos que formaron la sociedad soviética. (Minutos 30-33.) En algún momento, hacia 1950, los servicios de seguridad tenían registrados diez millones de informantes voluntarios –algo así como el 5% de la población. Consenso político y movilización social general. La fuerza generada era inmensa.
Y en la cúspide de todo ello, un hombre que lee, entiende científicamente el mundo, está dispuesto a transformarlo y no tiene miedo. La conferencia de Brent nos lleva al Thanos de Marvel Comics. Stalin es un hombre que se encontró al frente, primero de un movimiento y luego de un Estado (estas son sus “gemas de poder”). El objetivo era transformar radicalmente la sociedad.
Como Thanos, el líder bolchevique era sincero en sus intenciones y sistemático en sus análisis. Llegado el momento, líder, partido y gobierno pasaron al acto. Tenían los medios y aplicaron la teoría. No les ataba lealtad cultural ni nacional, ni sentimiento o compasión para las clases de la antigua sociedad. Triunfaron, pero aún hoy estamos horrorizados del costo humano de su victoria.
Fotos de Margaret Bourke-White en portadas de Life, 1936 & 1943. Tomadas de https://hipertextual.com/2015/05/margaret-bourke-white
Liga usada en este texto:
Liga 1: