Javier Padrón
La doctora Mónica Rangel continuará con sus recorridos y eventos sin aviso previo a la prensa, o solo a la que considera aliada, espera que en las próximas semanas se apacigüen o expulsen a los inconformes y pueda hacer campaña con más soltura, sin sobresaltos en cada esquina.
En la primera semana de campaña se han visto sus debilidades, no solo tiene el enemigo en casa, los que la consideran una extraña y los que la espían siendo sus cercanos, y la subordinación al gobernador Carreras la anula.
Se requiere un lavado de cerebro para creer en sus proclamas de la condición de género como escudo inmunizador de las denuncias por presunta corrupción durante su gestión en la Secretaría de Salud, de que ella es diferente y no deben seguir los mismos de siempre que han gobernado, cuando proviene del viejo régimen.
Sindicatos federales y estatales de la burocracia, entre ellos el de la dependencia que encabezaba Rangel, siempre ligados al PRI, le han manifestado su apoyo, no se fueron con Octavio Pedroza, el candidato de la coalición Sí por San Luis Potosí. Hay expectación por saber qué rumbo tomará Emilio de Jesús Ramírez, el dirigente de la CTM, si se va con melón o con sandía. En la sucesión negociada de Fernando Silva Nieto, se puso a las órdenes del panista Marcelo de los Santos.
“EL MIJIS” TIRA LA PIEDRA
Para el diputado Pedro “El Mijis” Carrizales los que disienten de las candidaturas de Mónica Rangel y Xavier Nava son “infiltrados” en Morena y sin rodeos señaló a la precandidata a diputada federal Roxana Hernández, a la que tachó de “provocadora” y la ubicó como subordinada del superdelegado Gabino Morales, a quien no parece preocuparle el señalamiento, en su círculo se propaga la versión de que ya no tiene relación alguna con ella, “ya rompieron”, dicen.
En la lógica excluyente de “El Mijis”, el que no acepte a la doctora Rangel como candidata afecta la imagen del mismísimo Presidente AMLO, como si eso fuera suficiente para inhibir la crítica, y recomienda a la militancia que se resigne y acate la línea del dirigente nacional Mario Delgado.
Para congraciarse hace unos días se tomó una foto con ella, en esta acción está su propósito de que se le designe candidato a diputado federal, por sus ínfulas cree merecer una plurinominal, por mayoría relativa no la tiene segura, desde hace tiempo quiere irse a vivir a la CDMX, se siente más cómodo y reconocido, el cáncer que padece se lo atiende allá y en SLP se asfixia, lo grillan y ha perdido credibilidad por sus montajes y mediocre papel en el Congreso del Estado.
Esa es Morena, el partido que dice transformar a México no acepta voces discordantes como el viejo PRI. Si no están a gusto se van o los corremos, es la consigna.
En su enésima visita a la ciudad para reforzar las imposiciones, Alejandro Rojas anunció sanciones contra los disidentes, recopiló fotografías, videos y noticias de los hechos del sábado pasado que servirán para suspender o expulsar, ya veremos, a los militantes que ejercieron violencia política de género contra la candidata Rangel en El Saucito.