Sao Paulo en Brasil aceleró este jueves 1 de abril, los esfuerzos para vaciar tumbas antiguas en panteones y hace espacio para un número creciente de muertes por COVID-19, ya que el ayuntamiento registró un récord de entierros diarios esta semana.
Sao Paulo en Brasil aceleró este jueves 1 de abril, los esfuerzos para vaciar tumbas antiguas en panteones y hace espacio para un número creciente de muertes por COVID-19, ya que el ayuntamiento registró un récord de entierros diarios esta semana.
Los sepultureros del cementerio de Vila New Cachoeirinha, en la zona norte de la ciudad, abrieron tumbas de personas enterradas hace años y embolsaron los restos descompuestos para trasladarlos a otro lugar.
La reubicación de los restos es habitual en los cementerios, dijo la secretaría municipal responsable de los servicios funerarios. Pero adquirió una urgencia renovada a medida que Brasil sufre su peor oleada de coronavirus desde que comenzó la pandemia hace más de un año.
El miércoles 31 de marzo, el Ministerio de Salud de Brasil reportó por segundo día consecutivo el mayor número de muertes por COVID-19, con 3 mil 869 nuevos decesos por el virus.
El brote de Brasil es el segundo más mortífero del mundo detrás del que sufre Estados Unidos, con una media de unos 3 mil muertos y 75 mil 500 nuevos casos diarios durante la última semana, un ritmo que deja de aumentar desde febrero.
Sao Paulo también recurrió a los entierros nocturnos para hacer frente a la demanda, con algunos cementerios autorizados a permanecer abiertos hasta las 22:00 horas.
En el cementerio de Vila Formosa, trabajadores con máscaras y equipo de protección completo cavaron hileras de tumbas bajo la luna llena esta semana.
La ciudad de Sao Paulo registró 419 entierros el martes, la mayor cantidad desde que comenzó la pandemia. Si este ritmo se mantiene, el ayuntamiento dijo que tendrá que tomar más medidas de contingencia, aunque no dio detalles.
En la actualidad, Brasil es responsable de una cuarta parte de las muertes diarias por COVID-19 en todo el mundo, más que cualquier otro país.
Expertos en enfermedades infecciosas advierten que la situación empeorará tras los ataques del presidente, Jair Bolsonaro, a los esfuerzos para restringir el movimiento de la población y un lento despliegue de las vacunas.
Con información de Reuters