Felipe Morales
San Luis Potosí se convirtió en la capital de la lucha libre mexicana al recibir a la popular “Caravana AAA” en el Domo provocando el delirio de los aficionados que llenaron el recinto en la capacidad permitida.
Fue el tercer evento presencial en la capital potosina luego de haber abierto al público el Estadio “Alfonso Lastras” y la Plaza El Paseo, en la gradual vuelta a los eventos y la reactivación.
Desde el brote de la pandemia la empresa nacional del espectáculo del pancracio no había tenido acercamiento con los fanáticos, se tuvo que recurrir a grabar funciones a puerta cerrada, a celebrar eventos con gente en sus autos y después de casi 500 días los luchadores volvieron a preparar su indumentaria, “equipo” en el argot de este deporte, a hacer maleta y volver a viajar con sus compañeros para recuperar su trabajo, y dirigirse a una plaza, de nuevo a un destino, en este caso, San Luis Potosí.
En el Domo, también el primer evento después de más de un año de permanecer cerrado, de cancelar eventos ya agendados con luminarias del espectáculo.
Y el público demostró que está ávido, deseoso de volver a ver de cerca a sus ídolos, de emocionarse como sucedió la noche de este miércoles.
Desde las localidades generales en lo alto del monumental escenario, las barreras y las sillas de ring general y ring side, como lo menciona el himno de la lucha : “de bote en bote y con la gente loca de la emoción porque en el ring luchaban los ídolos de la afición”.
Además, la empresa organizadora, LF Producciones, preparó un espectáculo que dejó boquiabiertos a los fanáticos de todas las edades con pirotecnia, robots luminosos, pantalla, escenario, etc.
El Domo retumbó con los alaridos, las mentadas de madre para los luchadores rudos, los gritos de admiración para los héroes y las heroínas del ring como Psycho Clown, hoy por hoy el gladiador consentido a quien la gente se le entregó desde su aparición, la lucha que sostuvo al lado de Octagón Junior en contra de Texano Junior y Chessman; y quedándose después de su triunfo a complacer a sus fans con fotos y autógrafos hasta tarde, hasta muy tarde, ya rebasada la media noche.
Con ellos en el resto de la cartelera luchadores como Hijo del Vikingo que estremeció con sus lances suicidas luchando junto a Mizteziz Junior en contra de Mocho Cota Junior y Tito Santana.
Y la presencia de Niño Hamburguesa y Dave The Clown vapuleados por sus rivales Super Fly y la Parka Negra; además de las rudas y bellas Lady Shani y Faby Apache que derrotaron a sus contrarias La Hiedra y Maravilla.
La emoción del público se complementó con los famosos “minis”; la Parkita y Octagoncito que animados por los cientos de aficionados derrotaron a Látigo y Parkita Negra.
La lucha libre a nivel masivo regresó a San Luis Potosí, el fenómeno social de los mexicanos, con ese sabor especial que provoca reacciones y el desahogo que la gente necesitaba expresar.