Javier Padrón
¿Hay condiciones para realizar elecciones en Villa de Reyes? ¿Los votantes podrán emitir su voto en paz y regresar a sus casas sin miedo? Si eso está ocurriendo en un municipio cercano a la capital, ¿qué podemos esperar de los lejanos y que también son considerados de alto riesgo? ¿Tiene que haber muertos para suspender las elecciones en Villa de Reyes?
La noticia que transmitió anoche Denise Maerker en Televisa exhibió la indolencia de la autoridad estatal a pesar de las explicaciones de esta mañana del secretario Jorge Daniel Hernández Delgadillo; el gobernador Carreras no quiso espinarse y le delegó el tema, era una oportunidad para mostrar liderazgo y firmeza, hacer un llamado de concordia a los actores políticos y de garantías a la sociedad que ejercerá su derecho al voto y exige las condiciones óptimas para ello. Las entrevistas banqueteras suelen ser una huida fácil de los problemas pero costosa para el interés público.
La candidata reeleccionista a la alcaldía reyense por el PAN-PRD, Erika Briones, que apareció en varios videos desesperada y sollozando por la pasividad de las fuerzas policiacas, pasó de víctima a agresora intelectual, de acuerdo a la denuncia presentada por el equipo de campaña de la contraparte, Abigail Hernández, candidata del PRI-PCP, sin que por ello se le exima de alguna responsabilidad.
El secretario Hernández reportó 15 detenidos por la Policía Ministerial y la Guardia Nacional, el orgullo de la 4T, no dio más detalles, se supone que son pistoleros y se escondían en la casa de campaña de la alcaldesa con licencia, se les habrían decomisado armas, algunas de uso exclusivo del Ejército; además de uniformes de la policía municipal y charolas apócrifas.
La delegación del fiscal federal Alejandro Gertz Manero no emitió boletín de la detención ni la Guardia Nacional, y nuestro fiscal Federico Garza menos; ¿por qué se les da un trato especial a los pistoleros y no se les presenta como a todos los demás presuntos delincuentes? ¿Quién intercedió por ellos?
Los dirigentes Juan Francisco Aguilar (PAN), Cristina Gaitán (PRD), Elías Pesina (PRI) y Óscar Vera (PCP), son corresponsables de la violencia por acción u omisión, siguen callados, prometen restaurar la democracia frente a la dictadura pejista y anexos, se ostentan como los buenos de esta contienda cuando son cómplices de la violencia política que tiene en riesgo a la población de Villa de Reyes, no se exagera si se afirma que corre peligro la vida de las y los candidatos de esa demarcación a distintos cargos y sus simpatizantes.
La proliferación de armas no es algo nuevo en Villa de Reyes, botín de los especuladores de la tierra y sede de la boyante industria automotriz con sindicatos cetemistas charros y que paga salarios inferiores a los de otras entidades; su inserción en el mercado global solo ha acentuado los rezagos y las desigualdades en el antiguo Valle de San Francisco.
Las condiciones de ingobernabilidad en Villa de Reyes y las que se avizoran en otros municipios, beneficiarían a la oposición conservadora, más si ven perdida la gubernatura y las diputaciones federales como parte de esa estrategia para desestabilizar al gobierno federal al señalarlo de incapaz para organizar unas elecciones pacíficas y democráticas.
A AMLO se le acusará de alentar la violencia y recurrir al fraude en el escenario del llamado golpe blando y la intromisión del gobierno norteamericano con su financiamiento a organizaciones de la “sociedad civil” lideradas por Claudio X. González, el que salvará a México de la desgracia obradorista y a los infantes cancerosos sin medicinas, ya no sería necesaria la consulta de la revocación del mandato presidencial.
Sin embargo, hay encuestas y analistas que auguran un fracaso a “Va por México”, el único partido competitivo es el PAN, que podría ser arrastrado a la derrota por los insepultos PRI y PRD.