Javier Padrón
Morena, el partido que antes del proceso electoral llegó a ser el favorito para ganar la gubernatura tras los resultados que obtuvo el pasado domingo, comienza una larga etapa de duelo, negaciones, golpes de pecho, reproches y ajuste de cuentas.
Dividido por naturaleza, Morena quedó fuera del escenario político potosino, solo ganó unas alcaldías testimoniales y ninguna diputación local por mayoría, cosechó lo que sembró.
El que debe asumir la parte que le corresponde del desastre, el dirigente Sergio Serrano, se lavó las manos y lanza piedras al líder nacional Mario Delgado, al PVEM y al superdelegado Gabino Morales; la soberbia lo ciega, él fue incapaz de construir una estructura electoral y de promover nuevos liderazgos desde la militancia.
En su conferencia de prensa de este viernes, Serrano incurrió en omisiones, no mencionó para nada la intromisión del gobernador Juan Manuel Carreras en la vida interna de Morena con la anuencia, es innegable, de Mario Delgado: las imposiciones de Mónica Rangel y Xavier Nava, la de Óscar Valle Portilla, concebidas desde el Palacio de Gobierno, cavaron la tumba de este partido que tiene de puritano lo que el PRIAN de honesto.
Carreras también es un factor que debe incluirse en el análisis que intente explicar la vergonzante derrota que tiene a Morena en la lona, así como el deplorable desempeño de su bancada en la legislatura saliente.
AMENAZAS EN LA PILA
El comisario ejidal de La Pila, Eulogio Zavala, fue amenazado con una pistola en la cabeza por Armando Zárate, quien antes fue secretario del núcleo ejidal y es titular de 40 parcelas y uno de los principales operadores del grupo de empresarios que pretenden fraccionar 2000 mil hectáreas para un parque industrial.
Lo preocupante es que detrás de las amenazas de Zárate están los intereses de familias de alcurnia e incluso con lazos con el gobernador Carreras. Lo que no pueden ganar en los tribunales agrarios lo quieren resolver con este tipo de amenazas, el clima en la delegación de La Pila cada vez está más crispado.
KEVIN VENCE AL “COCHILOCO”
Kevin Ángelo Aguilar Piña, un joven sin experiencia política, exfuncionario federal, auspiciado por Gabino Morales y Leonel Serrato, fue de uno de los seis candidatos a diputado federal de la alianza PT-PVEM-Morena que venció al PRIAN, al legislador vitalicio Óscar Bautista, en el III distrito, con una diferencia cardíaca de 615 votos.
Podrá decir que impugnará el resultado, pero Bautista, también conocido como el “COCHILOCO” convenció a los estrategas de la coalición Sí por San Luis de que se reelegiría sin dificultad, que ha trabajado mucho por los de abajo, que tendría todo bajo control siempre y cuando le dieran todos los millones que pidió para amarrar los votos y que nadie se acordaría de la “ecuación corrupta”.
Así concluyeron 12 años de brincar de curul en curul sin hacer nada de provecho para la ciudadanía.
La que tampoco sale de su estupor por haber perdido la diputación federal del II distrito, es Marianela Villanueva ante el gallardista Juan Manuel Navarro Muñiz.