Felipe Morales
El gladiador potosino Coyote Azul, en compañía de su hijo también gladiador, Coyote Azul Junior, visitó a su compañero Satanás quien sigue delicado de salud, aún recuperándose de la operación en la ingle luego de una severa infección que puso en riesgo la vida de Sebastián Sánchez, nombre real de Satanás.
Coyote y Satanás son amigos y colegas de este deporte desde hace décadas; en su charla destacaron sus aventuras en los encordados de la capital potosina, las batallas en las que se enfrentaron entre sí o en las que fueron compañeros del bando rudo.
En este deporte se nota la solidaridad entre compañeros dado el constante riesgo de sufrir lesiones que van desde ligeras contusiones, hasta fracturas.
La iniciativa de José Luis Ramírez “Coyote Azul” para hacer la visita a su compañero que permanece “en el hule”, tiene como antecedente el apoyo que recibió de la comunidad luchística hace algunos años cuando sufrió una lesión cuando luchaba en Rioverde.
En aquella ocasión al hacer un lance hacia afuera del ring el brazo “se atoró” en un gancho causando una profunda herida en el antebrazo que comprometió la extremidad.
“Es un deporte en el que arriesgamos la integridad y hasta la vida -dijo José Luis Ramírez- las lesiones son frecuentes, en muchas ocasiones el compañero queda sin posibilidad de luchar un buen tiempo y hasta de trabajar, por ello es que se recurre a la ayuda de los compañeros; a Satanás lo conozco desde hace muchos años y nos une la amistad”.
Este viernes se llevará a cabo la función a beneficio del gladiador Satanás, quien es hermano de una de las figuras del deporte de los costalazos en San Luis Potosí, El Conde Bartok.