Javier Padrón
La retórica del Presidente AMLO de la gratuidad de la universidad pública se ha topado con la reserva fundada del rector de la UASLP, Alejandro Zermeño: solo por la vía del amparo algunos estudiantes de licenciatura y posgrado han dejado de pagar cuotas al invocar el artículo tercero de la Constitución federal.
El modelo de la universidad popular, masificada, sin cobro alguno y con pase automático, que impulsaron movimientos estudiantiles de izquierda en la década de los setenta en algunos estados, está lejos de instaurarse en el siglo XXI por más que le endilguen tintes socialistas a la conservadora 4T.
Lo real son las becas de “Jóvenes Construyendo el Futuro” y las “universidades” Benito Juárez, unos cascarones que pueden desaparecer en el próximo sexenio.
Para lograr la gratuidad en la educación superior se requieren muchos recursos, no habrá presupuesto suficiente como ocurre en el sector salud, y la tijera tendría que pasar primero por los sueldos de la alta burocracia universitaria y eliminarse o al menos reducir la jugosa pensión de los exrectores de cien mil pesitos al mes.
Ahí tienen a Mario García completando sus ingresos con la chambita que le dieron en el CONALEP, mientras las y los maestros hora-clase en la UASLP tienen un sueldo depauperado que da pena ajena, sin prestación alguna, se les da el trato de empleados de una “outsourcing”.
El rector Zermeño debe ver otra embestida a los ingresos de la institución a través de un abogado que se supone ligado a los hombres de su círculo, porque ofrece sus servicios gratuitos a la comunidad universitaria para presentar amparos contra la inconstitucionalidad de cobrar la inscripción, reinscripción y titulación, fuente generosa de recursos propios que no podría compensar.
El oculista sigue sin advertir que sus impulsores mediáticos a la rectoría y sus funcionarios más cercanos lo traicionan, a lo mejor no les dio lo que esperaban, necesita recetarse unos lentes.
Estos colaboradores de primer nivel lo socavan con el discurso obradorista de la gratuidad, en lugar de ayudarle a saldar la deuda histórica con las colectivas feministas que retomaron sus reclamos al ver el Edificio Central convertido en locación de una película sobre la violencia contra la mujer, cinta que no rechazan, pero les dio pauta para volver a poner el tema en la agenda universitaria que se creyó ingenuamente reparado con la colocación de una placa alusiva e inocua.
LA SEGE Y EL SEER
En la sede de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado se preparan para la llegada del gobierno de Ricardo Gallardo, se menciona como relevo de Joel Ramírez al actual secretario del ayuntamiento de Soledad, Ernesto Barajas, recién doctorado en Educación.
Y en el Sistema Educativo Regular, la profesora Griselda Álvarez le estaría dejando la silla a su colega Juan Carlos Torres Cedillo, exregidor y director del ramo en Soledad.
LA DGSPM EN ALERTA
Esta mañana comenzó a circular la noticia y el video del robo de un vehículo a mano armada en la colonia Los Virreyes, ocurrido a las siete y media de la noche de ayer a unos pasos del DIF estatal, zona residencial que se supone debidamente vigilada por las corporaciones policiacas municipal y estatal.
La víctima no es cualquier ciudadano, Alfredo Lujambio Rafols, tesorero en el segundo trienio del doctor Salvador Nava, exmilitante del PAN, articulista de Pulso y una de las figuras del frente navista anticorrupción que se dice decepcionado de Carreras y AMLO.
Cuando los de arriba sufren en carne propia la falta de seguridad que padecen todos los días los de abajo, sí hay reacciones de la autoridad municipal, todo el poder en contra de los delincuentes.
Solo si la víctima es el papá del exalcalde interino y regidor reelecto, Alfredo Lujambio Cataño, la DGSPM emite un boletín de prensa para informar que “ha establecido coordinación directa con elementos de la Fiscalía General del Estado y la Policía Estatal para la pronta localización de los implicados […] ya que de acuerdo con las características, se presume han participado de otros robos de vehículo con la misma característica” (sic).
Golpes de pecho de Xavier Nava y sus patrullas fantasma.