Javier Padrón
Al cederle la notaría pública a su hijo y con el reciente reconocimiento postmortem a Alfonso Lastras Ramírez, el fiscal Federico Garza Herrera se prepara para ahora sí dejar el cargo y asumir la secretaría general de la UASLP, sin tener ya ningún obstáculo y dejar todo en regla.
Por el fallido movimiento de hace varios meses, cuando intentó irse por la libre, confabulado con el rector Alejandro Zermeño y sin el consentimiento del gobernador Juan Manuel Carreras, estuvo a punto de generar una tormenta política.
Puso en evidencia su hartazgo en la Fiscalía General del Estado, padece una frustración porque su empeño por procurar justicia se vio truncado desde el principio por intereses políticos y económicos, a los que dice ser ajeno, y por las mafias que dominan esta dependencia, considera que su imagen se ha visto abollada por tanto reclamo de justicia no atendido, la impunidad es un rezago histórico irresoluble.
Le tocó encabezar la conversión de la Procuraduría en Fiscalía, que solo ha sido de forma, el fondo, atestado de serpientes, sigue intacto.
Carreras se impuso y lo convenció de continuar en el cargo para el que fue electo por el Congreso del Estado hasta el 26 de octubre del 2024, había la expectativa de que la elección a la gubernatura la ganara el PRIAN con Octavio Pedroza, y Garza lo acompañara los dos primeros años de su sexenio hasta cumplir su periodo. El triunfo de Ricardo Gallardo cambió todo el escenario, ya trae su terna para la FGE que guarda con hermetismo.
Federico Garza se va con la satisfacción de haber ocupado el mismo cargo que su padre Virgilio Garza y Garza, fallecido hace poco, un ícono de la abogacía y muy estimado en las altas esferas de la sociedad potosina, empresario mueblero y hasta constructor por invitación del patriarca del clan de los Zendejas.
En la inauguración del salón de juntas de la FGE, el fiscal recordó que su padre fue relevado en la Procuraduría (en la era dorada del rochismo) precisamente por Lastras y que cerró su ciclo como rector de la UASLP, el que restauró la “pax universitas” que él mismo y otros con maldad manifiesta, habían roto para destronar a José de Jesús Rodríguez, “El Popo”.
En el homenaje, un gesto personal de Federico Garza que no tuvo con los familias de los otros exprocuradores cuyas imágenes fueron renovadas, estuvo la familia Lastras, con la excepción de Dolores que fue elegida por el rector Manuel Fermín Villar Rubio para sucederlo y fue vencida por el doctor Zermeño, quien contó con el apoyo de los duros del exrector Jaime Valle y de otros grupos distantes del arquitecto. Zermeño conoce la gratitud y el equilibrio de poderes en la UASLP, designó a Cynthia Valle Meade secretaria general de manera interina, mientras Marco Antonio Aranda convalecía del Covid-19.
Sacudido del fardo de cilicios que representa la FGE, Federico Garza apunta a la rectoría, va a reemplazar a “El Pachón” en proceso de jubilación. El plan es que, si no pasa otra cosa, el doctor Zermeño cumpla los dos periodos de rigor en el Edificio Central y le ceda la estafeta a Garza en el 2028, los duros y los lastristas se volverán a encontrar.
DELSOL APOYA DELITO AMBIENTAL
A los morenistas no les pareció que el diputado federal Ricardo Delsol diera una conferencia de prensa para justificar la devastación de la Sierra de San Miguelito, sus argumentos (“no se ven árboles, nada”) lo colocaron al servicio de los poderosos, lo acompañaba Abelardo de los Santos que reiteró su respaldo al ecocidio.