Por años la existencia o no de los dragones, estos seres míticos que pueden ser rastreados en los relatos de diferentes culturas de todo el mundo, ha sido un gran debate pues aunque no existen pruebas concretas de su existencia, para más de un entusiasta de la criptozoología estos seres son tan reales como los propios humanos.
Ahora dichas afirmaciones podrían tener un poco de sustento luego de que en Australia un grupo de científicos descubrieron el fósil de un nuevo pletosario, de una especie de dinosaurio volador, que alguna vez surcó los cielos de gran parte del interior de Queensland.
El fósil de este gran dinosaurio volador fue descrito como un “temible dragón”, que gobernó los cielos australianos durante el período Cretácico, según datos de los arqueólogos que lo han descubierto.
Los restos fosilizados del enorme dinosaurio fueron encontrados en una cantera al noroeste de Richmond en junio de 2011 por Len Shaw, un buscador de fósiles local quien había estado “escarbando” en el área durante décadas.
El ejemplar ha sido bautizado como Thapunngaka shawi en honor a las primeras civilizaciones del área, incorporando palabras del extinto idioma Wanamara.
En vida este enorme reptil volador contaba con alas de siete metros de largo y un hocico en forma de lanza, lo que lo hacía una “temible bestia”, señaló Tim Richards, líder del equipo de la Universidad de Queensland que lo estudió.
Lo más parecido a un dragón en la vida real
Según los expertos de la Universidad de Queensland, este sería el espécimen más parecido en la vida real a un “Dragón”, cabe señalar que la descripción de este dinosaurio se basó en el análisis del fósil de la mandíbula que fue descubierta en 2011 por Len Shaw.
Calculando que el dinosaurio tenía un cráneo de alrededor de un metro y estaba armado de un juego de 40 molares que le permitieron alimentarse de peces de gran tamaño que habitaban el antiguo mar.
El descubrimiento ha sido de gran relevancia debido a que este tipo de especímenes eran animales perfectamente adaptados para colar por lo que tenían huesos huecos y de paredes delgadas, lo que hace que sus restos sean muy raros y lo que se han encontrado han sido en malas condiciones.
Con información de: Heraldo de México