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Ver para Pensar: Harold & Maude (el tabú cuestionado)

Federico Anaya Gallardo

Decíamos la semana pasada que los amantes Harold (Bud Cort) y Maude (Ruth Gordon), de 19 y 79 años, habían violado en la pantalla grande el tabú del incesto. En mi opinión, eso explica las duras críticas que el filme recibió al estrenarse. En 1972, el famoso Roger Ebert (1942-2013), del Chicago Sun-Times, la destrozó en estos términos: Harold is death, Maude life, and they manage to make the two seem so similar that life’s hardly worth the extra bother (Harold es la muerte, Maude la vida, y nos los muestran tan similares que uno concluye que la vida no vale nada.) El crítico subrayó que todos los personajes parecían tomados de un grotesco museo de cera. (Liga 1.) En los siguientes 40 años, en al menos 5 ocasiones, Ebert siguió mencionando (quejumbroso) el impacto de Harold & Maude. En 1976, en una entrevista con el productor de Paramount, Robert Evans, el crítico reconoció que la película ya era un filme de culto pero insistía en que era un fracaso (flop, Liga 2).

En 1984, al reseñar Can She Bake a Cherry Pie? (Jaglom, 1983), un cáustico Ebert comentó que esa película “probablemente atraerá a gente que gustó de Harold and Maude y My Dinner With Andre. Se trata del filme loco y entrañable en el que empiezas creyendo que caracteres como los que ves en pantalla no podrían ser reales, para terminar aceptando que conoces gente justo como ellos”. (Liga 3.)

Veinte años más tarde, en la reseña de Ebert sobre Little Miss Sunshine (Dayton & Faris, 2006) el crítico la describió como “una gentil sátira familiar y una road movie clásica, … nos regresa a las comedias anti-establishment y contraculturales de los 1970s como Smile [Sonríe, Ritchie, 1975] o Harold and Maude –cuentos de hadas satíricos que pregonan la virtud del no-conformismo en contra de la superficialidad de los convencionales valores estadounidenses”. (Liga 4.)

Cierro con el comentario de Ebert a Submarine (Ayoade, 2010): “Craig Roberts, que interpreta a Oliver Tate, el héroe … parece un muy joven John Lennon: fresco y esperanzado, con el alma de un poeta y la arrogancia de —bueno, de un adolescente que se debate bajo el peso de su virginidad. También se parece tanto a un joven Bud Cort que, si le pusiesen un par de anteojos de Harry Potter, podría interpretar un remake de Harold and Maude. …” (Liga 5.) Detalle: Ebert confundía dos películas de Bud Cort. En Brewster MacCloud (El volar es para los pájaros, Altman, 1970) llevaba los anteojos redondos, no en Harold & Maude.

Lo que intriga es la fascinación perenne de Roger Ebert con un filme que originalmente despreció. Adelanto una hipótesis: el crítico nació en Urbana, Illinois, en una familia católica formada por una contadora y un electricista. Cursó su primaria en una escuela confesional (llamada Saint Mary’s, por supuesto) y fue monaguillo en ella. Aunque luego creció hasta convertirse en un librepensador progresista, el juego contracultural de Harold & Maude tocó un tema duro y profundo –el tabú del incesto– que perturbó permanentemente al intelectual.

Cosa interesante, cuando Ebert reseñó Nate & Margaret (Adloff, 2011) abordó de lleno el problema: “He aquí una dulce y delicada narración acerca de la amistad. Margaret tiene 52. Nate tiene 19. Son vecinos en un edificio de Chicago. Son mejores amigos. El gorila en medio del cuarto es nuestra memoria de Harold & Maude (1971), pero Nate & Margaret no tiene nada que ver con aquélla película, excepto la diferencia de edad, que en lo esencial es irrelevante. Tenemos aquí una película inteligente y observadora (smart, observant), con un casting perfecto, acerca de dos personas especiales”. (Liga 6.)

La diferencia toral entre Harold & Maude y Nate & Margaret es que la pareja que cruza grupos etáreos no tiene naturaleza sexual. Se trata de mejores amigos pero no amigos íntimos. Mientras en 1971 Harold se enamora y se siente atraído sexualmente por la anciana Maude; en 2011 Nate es un chico gay en búsqueda de pareja –a quien su amiga Margaret ayudará a discernir el carácter de su primer amor. En otras palabras, la película de 2011 no transgrede el tabú del incesto. (Ciertamente es signo del triunfo de la revolución sexual que Nate pueda ser retratado como abierta y legítimamente homosexual, pero la revolución triunfante se rinde ante el tabú milenario.)

Es interesante que Ebert haya descrito la película de 2011 con los adjetivos smart y observant… El último tiene una doble connotación en inglés (sigo el diccionario Cambridge). La primera tiene que ver con noticing (capacidad de notar o de percatarse de algo). La otra es religiosa e implica obedecer reglas o costumbres religiosas. En Castellano hay dos palabras separadas. Es observador quien nota o se percata de algo. Es observante quien observa y cumple lo mandado. La película de 1971 no es observante en sentido religioso/tradicional y sugiere que el amor entre dos individuos puede y debe vencer cualquier diferencia de edad, sea de 33 años (Margaret sobre Nate) o 60 años (Maude sobre Harold).

Harold & Maude eran heraldos de una revolución. Nate & Margaret representan los límites de esa revolución.

Ligas usadas en este texto:

Liga 1:
https://www.rogerebert.com/reviews/harold-and-maude-1972

Liga 2:
https://www.rogerebert.com/interviews/robert-evans-life-is-suite

Liga 3:
https://www.rogerebert.com/reviews/can-she-bake-a-cherry-pie-1984

Liga 4:
https://www.rogerebert.com/reviews/little-miss-sunshine-2006

Liga 5:
https://www.rogerebert.com/reviews/submarine-2011

Liga 6:
https://www.rogerebert.com/reviews/nate-and-margaret-2012

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