Controversia Constitucional El pasado 10 de noviembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación recibió el oficio 114/CJEF/CACCC/DGCC/8043/2021 en el que la Presidencia de la República impugna el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Villa de Reyes a través del cual pretender impactar el Parque Nacional Gogorrón que tiene un área protegida desde 1936.
Pareciera que con mucha prisa, el 24 de septiembre del 2021, a seis días de concluir el cargo -en su primer periodo, porque ya se había reelegido- la administración municipal de Villa de Reyes tomó ciertas decisiones que desataron por lo menos sospechas en las altas esferas del gobierno mexicano (con el Visto Bueno del saliente gobernador Juan Manuel Carreras a 24 horas de dejar el cargo) a grado tal, que optaron por intervenir desde la propia oficina de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República.
En el Periódico Oficial del Estado de San Luis Potosí, se publicaron en septiembre, más de 500 páginas dedicadas al nuevo Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Villa de Reyes, hacen una descripción detallada de múltiples aspectos de ese municipio, desde la página 40 hasta la 539. Sin embargo, muy pocas líneas anticipan de manera concreta o específica, las consecuencias que sufrirían las hectáreas incluidas en la superficie protegida del Parque Nacional Gogorrón o lo que queda disponible, así como en otros ejidos tales como Estancia de Machado y Jesús María, varios de ellos ya en venta por poderosos grupos inmobiliarios, además de afectar a otros proyectos de parques industriales.
Ya está registrado oficilamente el expediente mediante el cual la propia abogada María Estela Ríos González, en su calidad de Consejera Jurídica del Ejecutivo Federal inició la controversia constitucional en contra del municipio de Villa de Reyes.
En el contenido del Programa Municipal de Ordenamiento se señala que “Dicha ANP se constituyó hace casi 80 años según el Decreto de Creación, publicado en el Diario Oficial de la Federación, de fecha 22 de Septiembre de 1936, el cual en su artículo primero declara Parque Nacional al área natural protegida con el fin de conservar a perpetuidad los recursos naturales”.
Si bien es cierto que no es el mismo México de 1936, el impacto en esta zona en Villa de Reyes debe ser un tema que se discuta de manera transparente, porque las experiencias del pasado reciente en la capital potosina debería dejar una enseñanza para evitar que se repitan los errores, en donde la voracidad de los empresarios inmobiliarios y la corrupción y complicidad de las autoridades locales ha tenido impactos devastadores en el desordenado crecimiento urbano de la ciudad y abusivas compras a los ejidatarios, desde la Garita de Jalisco, hasta San Juan de Guadalupe, por citar sólo algunos ejemplos.
Ya desde hace varios meses, se retomaron las denuncias en contra de intentos de despojo en Gogorrón. Varios comuneros y ejidatarios afirmaron que empresarios inmobiliarios siguen pretendiendo adjudicarse cientos de hectáreas de área natural protegida de dicho Parque Nacional.
El Hospital Central sigue en coma
Con sorpresa, enojo e impotencia reaccionaron miles de potosinos al enterarse de que la flamante obra de remodelación del Hospital Central no tiene un helipuerto.
La millonaria inversión superior a los mil 500 millones de pesos no previó un estratégico y fundamental elemento: una pista básica para atender emergencias hospitalarias en el nosocomio más importante de la entidad.
Se presumió que sería un moderno hospital con su nueva torre de ocho niveles y lamentablemente vimos incrédulos el aterrizaje de helicópteros en plena calle, que trasladaban a los heridos del enfretamiento en Cerritos el pasado miércoles.
Es tristemente una muestra de la nula planeación, desinterés y negligencia, por decir lo menos, de las autoridades estatales. Y así, continúan escribiéndose capítulos en los que ciudades vecinas siguen rebasando a San Luis Potosí en la calidad de la infraestructura. El Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío de León, Guanajuato, construido en 2007, cuenta con su helipuerto, lo mismo que el Hospital del ISSSTE en Querétaro, solo como un par de muestras de la importancia de equipar así, los hospitales públicos.
Pero quizá la falta de un helipuerto sea el menor de los males del Hospital “Dr. Ignacio Morones Prieto” pues hay algunas voces que advirtien del regreso (en áreas estratégicas de adquisiciones) de personajes con muy mala reputación por la corrupción con la que se manejaron a su paso por la delegación del IMSS en los tiempos del cuestionado José Sigona Torres.
El gobierno estatal tiene frente a sí la oportunidad de por fin reivindicar a los hospitales públicos, empezando por el Central, que con sus más de 75 especialidades médicas y la atención brindada a más de 2 millones de pacientes al año, le urge una intervención a fondo postergada u olvidada desde hace muchos años.
Por Lidia Juache