El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue hospitalizado el lunes con una obstrucción intestinal y podría tener que ser operado, en la última complicación derivada de un apuñalamiento que sufrió en 2018.
Bolsonaro dijo que comenzó a sentirse mal en la tarde del domingo, después del almuerzo, y que los médicos le insertaron una sonda nasogástrica.
“Se llevarán a cabo más pruebas para una potencial cirugía por una obstrucción interna en la región abdominal“, publicó Bolsonaro en Twitter, junto con una foto suya con el pulgar en alto en su cama del hospital.
Bolsonaro dijo que se trata de la segunda hospitalización “con los mismos síntomas” desde que fue apuñalado durante un acto de campaña en septiembre de 2018 y sometido a una serie de operaciones de urgencia.
El hospital Vila Nova Star de Sao Paulo confirmó en un comunicado que el mandatario fue ingresado en las primeras horas del lunes por una obstrucción intestinal.
“Se encuentra estable, sometido a tratamiento y será reevaluado esta mañana por el equipo del doctor Antonio Luiz de Vasconcellos Macedo. Por el momento no hay previsión sobre cuándo podrá ser dado de alta”, indicó.
La cadena de televisión brasileña Globo mostró imágenes de Bolsonaro, que había estado de vacaciones en el estado sureño de Santa Catarina, bajando las escaleras del avión presidencial tras aterrizar en Sao Paulo hacia la 01:30 (0430 GMT) de la madrugada.
En julio de 2021 fue llevado al hospital Vila Nova Star debido a una obstrucción intestinal tras sufrir hipo crónico.
El ultraderechista Bolsonaro lleva en el poder desde 2019 y planea presentarse a la reelección en una votación prevista para octubre de este año.
Con información de Aristegui Noticias