Ante la presencia y avance de la variante ómicron en México, el proceso de reconversión hospitalaria en el país se concentrará en la ampliación de la capacidad en salas de urgencias y consulta externa, determinaron este viernes las autoridades de salud.
Los casos relacionados con la más nueva variante del COVID-19 demandan un manejo clínico ambulatorio, es decir, consultas en establecimientos de salud que no requieren que la personas sea internada, explicó el subsecretario Hugo López-Gatell en la primera reunión del año del Consejo Nacional de Salud para el Bienestar.
Ante la aparición de ómicron, la Secretaría de Salud llevará a cabo un plan que incluirá también un cambio en la metodología del semáforo de riesgo por COVID-19 y apegarse a los lineamientos que emita la Secretaría de Salud sobre vigilancia epidemiológica, señaló Jorge Alcocer, secretario de Salud.
El funcionario federal rechazó la intención del Gobierno federal de imponer restricciones específicas ya que “ninguna limitación a la libertad o la violación de los derechos humanos fundamentales es excusa para enfrentar al virus”.
Alcocer hizo también un llamado a que se racionalice la aplicación de pruebas COVID, esto para asegurar que estarán disponibles para quienes “verdaderamente las necesitan” y pidió el apoyo de las autoridades estatales para avanzar en la vacunación contra COVID-19 de personas rezagadas, embarazadas, de 15 a 17 años, además de las dosis de refuerzo.
Este viernes, México reportó 44 mil 293 contagios, la cifra diaria más alta en lo que va de la pandemia. El récord anterior apenas fue informado el pasado miércoles 12 de enero, con 44 mil 187 casos positivos en un solo día.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud, al corte de este viernes 14 de enero, el país sumó 4 millones 302 mil 069 casos positivos y 301 mil 107 muertes por COVID-19.
Con información El Financiero