“Pido una disculpa por los posibles daños. Aplaudo y apoyo la decisión de retirar el artículo científicamente falso”.
Saúl Caballero, coautor del artículo La ivermectina y las probabilidades de hospitalización por COVID-19 en CDMX, se retractó por sus resultados y las consecuencias que tuvo su publicación.
En su red social pidió disculpas: “Pido una disculpa por los posibles daños. Aplaudo y apoyo la decisión de retirar el artículo científicamente falso”.
El estudio original fue firmado por Víctor Hugo Borja (IMSS), Oliva López Arrellano (Salud CDMX), Jorge Alfredo Ochoa, José Merino, Eduardo Clark, Saúl Caballero y Lila Petersen, estos cuatro últimos de la Agencia de Innovación Digital de la Ciudad de México).
El nombre completo del artículo es La ivermectina y las probabilidades de hospitalización por COVID-19: evidencia de un análisis cuasi-experimental basado en una intervención pública en la Ciudad de México.
Su objetivo fue medir el efecto de la entrega de “un Botiquín Médico a base de ivermectina en las hospitalizaciones durante la pandemia de COVID-19”. Se utilizó un “diseño de investigación cuasi-experimental con un método de coincidencia exacta gruesa utilizando datos administrativos de hospitales y monitoreo de llamadas telefónicas. Estimamos modelos de regresión logística con observaciones emparejadas ajustando por edad, sexo, gravedad de COVID y comorbilidades”, dice el reporte del gobierno de la Ciudad de México.
Sin embargo, un reportaje de Animal Político documenta que se gastaron 29 millones de pesos en el tratamiento con ivermectina y otros dos “medicamentos no recomendados ni aprobados para el tratamiento del Covid-19 por el gobierno federal, pero que en la Ciudad de México se entregaron a unas 200 mil personas que resultaron positivas al virus“.
En medio de los cuestionamientos, la página SocArXiv decidió borrar el estudio, argumentando que la ivermectina no debe usarse como tratamiento o preventivo para COVID-19 fuera de estudios clínicos cuidadosamente controlados, “lo que claramente no ocurrió aquí”.
“A la luz de esta revisión, un programa para distribuir públicamente ivermectina a personas infectadas con COVID-19, fuera de un estudio controlado, parece poco ético. El documento es parte de dicho programa, y actualmente sirve como parte de su justificación”.
“Para resumir, no hay pruebas suficientes de que la ivermectina sea eficaz para tratar la COVID-19; el estudio tiene un valor científico mínimo en el mejor de los casos; el periódico es parte de un programa poco ético del gobierno de la Ciudad de México para dispensar cientos de miles de dosis de un medicamento inapropiado a personas enfermas de COVID-19, que posiblemente continúa hasta el presente; los autores del artículo lo han promovido como evidencia de que su intervención médica es efectiva”.
Con información de Aristegui Noticias