Tienen entre 3 y 15 años, llegan acompañados de sus familias y con un diagnóstico común: cáncer. Los 28 niños ucranianos que el viernes por la tarde aterrizaron en el aeropuerto militar de la base de Torrejón son enfermos muy vulnerables. Algunos han recibido recientemente un trasplante de médula y necesitan seguimiento, otros están en tratamiento con tumores cerebrales, linfomas y leucemias.
«Son los tumores más comunes en la infancia y en la adolescencia», explica Elena Cela, jefa de oncología Infantil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, uno de los cuatro centros madrileños que acogerá y tratará a los niños.
En este hospital, como en el Doce de Octubre, La Paz o el Niño Jesús se les hará un triaje al llegar y una prueba de Covid.
Se valorará quién debe ingresar o quién puede quedarse con sus familiares en el hotel o las instalaciones que la comunidad de Madrid haya preparado. La mayoría llega con la historia clínica de su caso por lo que los médicos españoles no irán a ciegas. La organización internacional St. Jude Global, el Hospital de Lodz en Polonia, en colaboración con la Sociedad Española de Oncología Pediátrica de España, no solo han movilizado su traslado. También han organizado el historial de estos enfermos y se han traducido al inglés para proporcionar toda la información a sus nuevos médicos.
El riesgo de interrumpir el tratamiento
Interrumpir el tratamiento oncológico en cualquier enfermo puede tener consecuencias en su superviviencia. Pero en los niños, un parón supone un riesgo más alto porque la velocidad de reproducción de las células cancerígenas es mayor en la infancia, de ahí, la urgencia de su traslado.
A Madrid llegaron en un avión medicalizado para perder el menor tiempo posible. Desde el aeropuerto fueron traslados en ambulancias del Summa 112. «En los hospitales tendremos acceso directo a su diagnóstico y tratamiento por lo que podemos garantizar una atención completa, reglada y segura, sostiene la oncóloga Elena Cela quien cree que, aproximadamente, la mitad requerirá ingreso hospitalario. Podrán estar acompañados por sus padres y el resto recibirá tratamiento ambulatorio.
Se buscan traductores voluntarios
La Asociación Española contra el Cáncer también ha brindado toda su ayuda. Ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias con los recursos de la asociación: voluntarios, equipo de atención psicosocial, alojamiento de urgencia y préstamo de material ortopédico. Y hace un llamamiento a la sociedad civil para captar voluntarios de habla ucraniana que permitan a la asociación ayudar a las personas con cáncer que lleguen a España. En esta asociación han puesto una línea telefónica para que las personas que quieran ser voluntarias puedan ponerse en contacto con ellos a través del 900 100 036.
La comunicación con los niños y sus familiares es el primer escollo con el que se está encontrando los sanitarios.
No es la única entidad que presta ayuda. Asociaciones familiares de niños con cáncer como la Fundación Aladina y la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (Asion) o Juegaterapia, están colaborando en el proceso.
Los niños de Madrid han sido los primeros en llegar pero se espera el traslado de más enfermos oncológicos a hospitales de Valencia, Sevilla y Barcelona, donde hay más unidades pediátricas de oncología.
La llegada el viernes 11 en el vuelo fletado por el Gobierno se hizo con la máxima discreción. Tanto el titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, acudieron a recibir a estos niños al aeródromo de Torrejón. Lo hicieron sin cobertura mediática para preservar la intimidad de los pacientes. Las primeras imágenes de los pacientes y sus familiares se han obtenido este sábado, a través de la Fundación Aladina, una de las asociaciones que están facilitando su instalación en Madrid.
Con información de ABC