Felipe Morales
En un embrollo se había convertido el baloncesto potosino al surgir una segunda asociación de basquetbol pese a existir un organismo reconocido por las autoridades deportivas tanto a nivel federal como estatal.
Un deporte que parece estar destinado a padecer por la falta de estructura y liderazgo legal; durante algunos años existió en San Luis Potosí una asociación que presidía Rafael Rodríguez Izaguirre pero ante la nulidad de su trabajo y su inexistencia legal, y la necesidad de rescatar al basquetbol potosino, surgió un grupo que conformó la nueva asociación que ostenta el nombre de ADEMEBA en San Luis Potosí que sostuvo reuniones con la dirigencia deportiva del Estado, es decir el INPODE, celebró una asamblea y conformó una directiva encabezada por Edgar Hernández Trejo.
Sin embargo a dos semanas de distancia, a Rafael Rodríguez Izaguirre le brotaron las ganas de emprender acciones por el básquetbol potosino, y convocó a una asamblea de la que nació una asociación, eligiendo los asistentes a Armando Mariscal Mata como presidente; cabe recordar que Mariscal es una figura reconocida a nivel nacional como basquetbolista, es considerado una leyenda y no tenía necesidad alguna que su nombre fuera desprestigiado al colocarlo al frente de un organismo apócrifo.
Finalmente, para acabar con la polémica, el Presidente de la Asociación Deportiva Mexicana de Básquetbol (ADEMEBA) giró una carta tanto al organismo que reconoce, es decir, la asociación que encabeza Edgar Hernández, como a la subdirección de Deporte Federado del Instituto Potosino de Cultura Física y Deporte; oficio no solamente firmado por Modesto Robledo sino por el Consejo Directivo del máximo organismo rector del baloncesto en el país.