En las reuniones y fiestas mexicanas es muy común ver a los invitados ingiriendo ‘tragos coquetos’, cervezas, “cubas” o caballitos de tequila, bebidas que ayudan a los asistentes a “entrar en ambiente”, sin embargo, pocas veces se conoce su origen.
Se conoce como Cuba libre al la bebida preparada con una mezcla de ron con refresco de cola, a la que suele añadirse un poco de hielo e incluso limón. En México suele llamarse solo “Cuba”.
Por otra parte, los “caballitos” son servidos únicamente con alcohol, que comúnmente es tequila, en un vaso pequeño al que le caben entre 30 y 60 mililitros.
¿Por que se llaman así las “cubas” y los “caballitos”?
El nombre de la primer bebida, la “cuba”, proviene de Cuba, como lo dice su nombre, y las historias relatan que fue creado por soldados de Estados Unidos después de la guerra de independencia cubana, los cuales brindaban “por Cuba libre”.
En caso de ser así, la creación de esta combinación tendría más de 100 años, específicamente entre 1900 y 1903 durante la guerra hispano estadounidense en el país.
La historia cuenta que se creó tras la apertura de un bar llamado The American Bar, que se encontraba en la calle Neptuno en La Habana y era exclusivo para soldados y civiles estadounidenses que se encontraban en el país.
Además, se le adjudica a un capitán de apellido Russell, que pidió la bebida que consistía en una base de ron y refresco de cola, lo que llamó la atención de los soldados presentes e hizo que pidieran una ronda para todos. Entonces, un soldado propuso un brindis con la bebida y pronunció el grito de batalla que usaban los cubanos durante la guerra: “Por Cuba libre”.
En el caso de los “caballitos” la historia es distinta, pues su origen se remonta al siglo XIX y relata que cuando los hacendados recorrían sus tierras montados a caballo y llevaban consigo unos recipientes pequeños, uno para tequila y otro para agua, según la Academia Mexicana de Tequila.
Dichos recipientes solían ser guajes, los cuales provienen del fruto de la Cucurbitácea y se disecaban para ser utilizados como recipiente.
Sin embargo, los hacendados no bebían el tequila directamente del guaje, sino que llevaban un cuerno de toro limpio y pulido, que se colgaban en el cuello y cuando se les cuestionaba el motivo respondían que eral para “el tequila en el caballito”.
Tanto las “cubas” como los “caballitos” son bebidas alcohólicas y no se recomienda que se ingieran en exceso debido a que podrían provocar daños a la salud.
Con información de Radio Fórmula