Este jueves un alumno de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) perdió la vida tras lanzarse de un edificio del plantel, esta no es la primera ocasión que ocurre y la misma institución ya ha tenido pronunciamientos al respecto.
En diciembre de 2021, la revista electrónica de psicología de la Facultad de Estudios Superiores FES Iztacala abordó en un estudio el intento de suicidio de parte de los alumnos de la licenciatura de medicina así como su vinculación con la dinámica familiar que enfrentan en sumatoria con la vida universitaria.
Los objetivos de dicha investigación fueron:
Analizar los aspectos asociados a la idealización y/o intento de suicidio en los alumnos de la carrera de médico cirujano.
Indagar sobre la tipología y dinámica familiar de los estudiantes con antecedentes de intento de suicidio.
Describir los intentos de suicidio de los estudiantes.
Para este trabajo se tomó la participación de 13 alumnos y 7 alumnas con antecedentes de intento de suicidio de entre 18 y 25 años que cursaban la carrera de medicina en la FES Iztacala.
El estudio señala que las dinámicas familiares juegan un gran papel en las situaciones que terminan con intentos de suicidio de parte de los estudiantes.
La falta de atención, la violencia familiar, la sensación de abandono y el rechazo son algunas de las primeras causas por las que los alumnos entrevistados intentaron suicidarse. Algunos de ellos intentaron hacerlo al lanzarse de edificios como fue el caso del estudiante que murió este jueves.
El estudio sugiere que las situaciones vividas en el núcleo familiar y social, sumado a las presiones de la vida universitaria pueden desembocar en una variedad de situaciones que viven los jóvenes y que no deben ser ignoradas.
De hecho, la investigación argumentó que la mayoría de estudiantes que acudían a recibir atención psicológica a los módulos de atención de la FES Iztacala no iban por motivos académicos, sino personales.
¿Qué se puede hacer ante tal situación? El trabajo de investigación sugiere que sus resultados deben ser de interés para docentes e instituciones, ya que los espacios de estudio juegan un papel significativo para la prevención y la identificación temprana de personas con intenciones suicidas.
El estudio concluyó que la formación docente debe incluir cursos sobre la salud mental para su sensibilización ante los estudiantes no solo de medicina, sino de cualquier carrera universitaria.
Al inicio del estudio realizado por Leticia Osorno Castillo, Victoria Mariel Reséndiz Morales, Lura Palomino Garibay y Andrea Witt González, se sugiere que los universitarios son una comunidad vulnerable al suicidio, esto debido al estrés cotidiano así como a las exigencias propias de una carrera.
Con información de: El Financiero