El pasado 5 de septiembre del año en curso, ocurrió un hecho digno de las películas de terror, pues un hombre que fue declarado muerto despertó en una morgue de Australia, por lo que el Hospital General de Rockingham, que se encuentra en la ciudad de Perth está bajo investigación.
Este es el caso de Kevin Reid, un paciente de cuidados paliativos, quien presuntamente murió en el Hospital General de Rockingham, al sur de Perth, pero se ha cuestionado si eso fue la noche del 5 de septiembre o el día siguiente.
Las enfermeras decidieron que el hombre estaba muerto desde el miércoles, por lo que lo colocaron en la bolsa para cadáveres, pero al día siguiente, un médico del hospital descubrió sangre fresca en la bata del hospital del paciente y dos de sus extremidades se habían movido.
Además, de acuerdo con información de diario británico Daily Mail, sus ojos estaban abiertos, lo que generó preocupaciones de que el hombre todavía estaba vivo cuando lo metieron en la bolsa.
“Creo que la sangre fresca de un nuevo desgarro en la piel, la posición del brazo y los signos oculares no concordaban con una persona que fue sometida a la autopsia al llegar a la morgue”, escribió el médico en su informe al forense, informado por primera vez por Business News.
El Tribunal Forense de Australia Occidental confirmó que se estaba llevando a cabo una investigación sobre la muerte del hombre después de recibir una solicitud de un médico en el hospital.
Las enfermeras creyeron que el hombre había muerto e informaron a la familia antes de trasladarlo a la morgue, pero sin emitir un certificado de defunción, además ningún médico asistió para certificar esto, lo que el hospital ha atribuido a la falta de personal y a la confusión porque dos pacientes habían muerto “con momentos de diferencia”.
con información de: Daily Mail UK.