Juan Felipe Cisneros Sánchez, del Observatorio Indígena Mesoamericano, reprobó que se pretenda hacer una apropiación de Xantolo por el mercado turístico, cuando esta festividad de la muerte para los pueblos originarios es tan familiar e íntimo como el nacimiento, sobre todo porque no se plantea una retribución a los pueblos originarios.
Dijo que la muerte como la vida son ciclos existenciales que se proyectan, así como los ciclos agrícolas que dan pauta a los ceremoniales y rituales comúnmente conocidos como día de muertos o sanctórum, sin embargo, “si fuéramos más observadores, nos percatamos que noviembre es el termino de los ciclos agrícolas que bien podría interpretarse como el fin de año. Es decir, mientras el mundo mestizo interpreta que estás fechas son para pasear, para el mundo indígena es momento de agradecer y ofrendar lo logrado en el año agrícola”.
Expuso que la imposición del calendario gregoriano en México invisibiliza los calendarios reales de los pueblos originarios y no sólo eso, “ahora el empresariado con el respaldo gubernamental va por la apropiación cultural para convertir el ceremonial indígena en un producto del mercado turístico, confrontando lo sagrado con lo profano”.
Cisneros Sánchez reprobó que al empresariado no le baste su mercadotecnia sino ahora pretenda sacarle ganancia al ceremonial sin rubor alguno y sin considerar retribución a los pueblos y comunidades indígenas.
“Sería oportuno que en la visión gubernamental se contemplara robustecer la economía y la infraestructura de las comunidades indígenas que poseen los atractivos turísticos y no sólo desarrollar esquemas de financiación dirigidos a los emporios del mercado turístico, pues continuar la ruta de fortalecer privilegios, sería profundizar la asimetría que ha sumido en la pobreza a miles de indígenas y enriquecido a unos cuantos”, expreso.
Puntualizó que no se trata sólo de generar empleos, sino garantizar una equitativa redistribución de la riqueza.