Damián Gómez recibió varios balazos en el estómago y mientras se desangraba, alcanzó a grabar algunos audios por WhatsApp que pudo enviarle a su mamá. El hombre había sido atacado por una ráfaga de balas cuando estaba a bordo de su automóvil compacto que quedó marcado por la intensidad de la refriega. Como pudo logró salir de su carro y ahí fue auxiliado por un desconocido que lo apoyó para ir a un hospital.
Camino al nosocomio, Damián envió los audios a su mamá para informarle quién lo había atacado, por lo que le encargaba mucho que lo denunciara ante las autoridades. El incidente ocurrió en la ciudad portuaria de Rosario en la provincia de Santa Fe en Argentina. El contenido de los audios fueron dados a conocer por el medio local TN:
“Mami me estoy muriendo mami, me estoy muriendo, Lucho me ma… me mandó a pegar”. “Me muero por favor, haz algo, denúncialo ma por favor”; “No me quiero morir ma, tengo una banda de tiros ma, no me quiero morir, comenzó la víctima herida.
“Denúncialo, denúncialo por favor, denúncialo, denúncialo”; “Dale ma, dale ma, me estoy muriendo”; “Mami quedó el auto ahí en Balcarce y Anchorena, ma”; “Me estoy muriendo mami, me estoy muriendo, no me quiero morir ma, no me quiero morir”, aseguró Damián a su madre.
Las teorías sobre el homicidio de Damián Gómez
Tras las heridas recibidas, Damián Gómez de 24 años de edad, no pudo sobrevivir y falleció poco después de haber ingresado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). El homicidio se registró el 21 de junio de 2021, y durante el proceso de las investigaciones, la Agencia de Inteligencia Criminal (AIC) determinó que el autor intelectual del crimen fue a manos de Luciano Uriel “Lucho” Cantero, el joven líder de la nueva generación del cártel de Los Monos.
Lucho dio la orden a Dylan “Capocha” Baldón y a Santiago “Santa Fe” Arnold para que mataran a Damián que presuntamente había sido reclutado por Luciano luego de que fueron amigos, según relató un testigo anónimo, quien declaró:
“Todo esto empezó hace tiempo, más de quince años. Damián se hizo amigo de Dylan Cantero y de Luciano Uriel Cantero. Vivía en el mismo barrio. Cuando ellos fueron creciendo, Luciano le empezó a pedir que vendiera merca para él. En ese momento, vendió para él en la calle, en el barrio Granada. Todo lo que vendía, le tenía que dar la plata a Luciano.
Yo le decía que no fuera más, que no vendiera, pero él me decía que no se podía salir, que no se podía ir, no lo podía dejar. Estaba obligado a vender para ellos”, aseguró el testigo. Aunque hubo otra versión que apuntaba a que Lucho evitó que fuera traicionado por Damián, ya que presuntamente un grupo rival a la nueva generación de Los Monos pidió a la víctima que preparara el camino para asesinar a Lucho, pero éste se habría enterado y por ello mandó a asesinarlo.
La mamá de Damián defiende al asesino de su hijo
La madre de Damián Gómez identificada solo como M.A., no acusó al presunto asesino de su hijo y desligó al jefe narco en un escrito que llevó ante la Fiscalía, estas fueron las razones: “No puedo hacer juicio de valores, no tengo conocimiento ni acuso al llamado (Lucho) que es Uriel Cantero. Quiero dejar en claro que Uriel es amigo de la infancia de mi hijo Damián, y se han criado juntos.
Mi hijo vivió un tiempo en la casa de la familia de Uriel, por estos motivos no voy a inculpar a un amigo de mi hijo. Damián no tenía problemas como para que Uriel Luciano le haga tremenda crueldad como quitarle la vida o mandar a quitarle la vida”, y agregó:
“En 2016 mataron a otro de mis hijos. En esa oportunidad, mi hijo Damián también fue baleado y casi le costó la vida. Recibió nueve disparos de arma de fuego”, e insistió: “Quiero aclarar en esta Fiscalía que con Uriel y su familia somos amigos del barrio y solo hemos tenido con la madre algún que otro roce por razones de mujeres”.
A un año del homicidio de Damián Gómez, el caso sigue abierto. Pero en enero de este año, Lucho fue arrestado al ser señalado de cometer tentativa de homicidio contra un policía cuando su grupo delictivo disparó a un patrullero. No obstante sería exonerado del cargo por el fiscal Adrián Spelta, quien antes de ocupar el puesto fue el abogado defensor de Los Monos, pero siguió un proceso por asociación ilícita y venta de drogas imputado por los fiscales Marisol Fabbro.
Con información de: El Heraldo