Personas que se oponen a la permanencia de ciclovías sobre la avenida Venustiano Carranza de esta capital, colocaron una manta sobre un destruido inmueble particular en la que señalan que dichas rutas ciclistas son “sinónimo de desempleo e inseguridad”.
“Carranza no es zona para ciclovía, es sinónimo de desempleo e inseguridad. Exigimos su reubicación”, es lo que se puede leer en la manta de fondo amarillo y letras negras y rojas fijada a punta de clavo y martillo en los muros de la residencia que fue sede de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) durante el sexenio de Juan Manuel Carreras López y que actualmente se halla destruida casi por completo a manos de vándalos y personas en situación de calle que han ingresado a la casa sin restricción alguna.
De momento, las personas que colocaron la manta no se identificaron como integrantes de alguna asociación o colectivo, pero en el pasado reciente, quienes se han expresado en contra de la ciclovía de Carranza han sido miembros del comercio establecido de la ciudad.
En diversas declaraciones, han acusado que las ciclovías impiden el estacionamiento de clientes y las maniobras de carga y descarga de mercancías, lo que perjudica los ingresos de los negocios que funcionan a lo largo de Venustiano Carranza.
El aspecto de la inseguridad resulta menos definido, pues, hasta ahora, son las y los ciclistas los que sufren hechos de inseguridad por automovilistas que invaden la ciclovía y ponen a sus usuarios en riesgo de accidente.
Hasta el momento, la autoridad municipal ha dicho que prepara un “proyecto integral” de ciclovías para la ciudad y que éste se socializará con todos los grupos ciudadanos interesados en el tema. Sin embargo, el tema quedó en reserva desde hace varias semanas.
Con información de Pulso