Con las rodillas en el suelo y las manos en el estómago, Rolando Aquino seguía vomitando en uno de los pasillos de su casa en Argentina. El dolor que había sentido durante la mañana de aquel domingo 7 de febrero era tan fuerte, que en un momento su organismo trató de protegerlo y cayó inconsciente después de haber vomitado varias veces. A su lado, su esposa Karen Oviedo lo observaba curiosa mientras que llamaba una ambulancia.
Minutos después, cuando los paramédicos llegaron a socorrer al hombre de 35 años, la mujer les abrió tranquilamente con una sonrisa, mostrándoles donde estaba el cuerpo de su marido.
Rápidamente el personal médico lo trasladó a la Clínica Santa María de la ciudad de Mendoza, lugar donde estaría internado por una intoxicación severa ocasionada por una sustancia extraña.
Dos días después, el martes 9 de febrero del 2021, el hombre falleció después de haber batallado contra aquello que lentamente lo hacía agonizar. El caso llegó rápidamente a las autoridades, quienes quedaron extrañados con el diagnóstico.
¿Una sustancia desconocida?, fue lo primero que se preguntaron antes de solicitar la autopsia que lo cambiaría todo.
Familia feliz
En el barrio Minotto de Villa Nueva, Guaymallén, Argentina, todo el mundo conocía a la famosa familia conformada por Karen, Rolando y el hijo pequeño de Rolando, Elías Aquino. Juntos vivían en una pequeña casa blanca que a su vez funcionaba como una tienda de barrio.
Según los testimonios recolectados por el medio local de Guaymallén ‘Mendoza Post’, la pareja era muy cariñosa entre sí y nunca se les vio peleando. No se tiene muy claro el cómo se conocieron y desde hace cuánto estaban juntos. Pero lo que sí recuerdan muy bien los habitantes de la zona es que habían contraído matrimonio en noviembre del 2020 después de un trágico suceso ocurrido en el 2019.
Resulta que el 12 de julio de 2019, en el Hospital Pediátrico Humberto Notti, falleció el niño de nueve años Elías Aquino, quien era hijo de Rolando y de una expareja que tuvo.
La Fiscalía argumentó que, a pesar de que su muerte fue causada por una extraña falla en sus sistemas y una trombosis cerebral, resultaba raro pensar que un niño tan sano y sin antecedentes médicos pudiese haber muerto súbitamente de esa manera.
Además, la madre del menor argumentó en su momento que cuando había salido de casa para estar con su padre y su pareja, el pequeño no presentaba ningún síntoma relacionado.
Años después, esto precisamente fue lo que encendió las alarmas de los investigadores después de que Rolando Aquino falleciera de manera inesperada por una supuesta intoxicación. Como el caso era tan extraño, la Policía de la región solicitó una autopsia con el fin de averiguar qué era aquella sustancia desconocida que había acabado con la vida del hombre.
Cuando el informe llegó, más de uno se quedó boquiabierto. El análisis químico decía que en su organismo había etilenglicol, una sustancia que comúnmente se encuentra como refrigerante líquido para motores y es potencialmente nociva para la salud.
De hecho, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades de España, esta sustancia provoca daños en el hígado y corazón debido a que al entrar al cuerpo se cristaliza y a su vez causa un desbalance químico en el cuerpo, alterando así el sistema nervioso.
Fue así como murió Elías y su padre, quienes fueron envenenados con este líquido sin darse cuenta.
La situación de por sí ya sonaba muy extraña. ¿Cómo un líquido tan tóxico y peligroso pudo haber acabado en el organismo de aquel hombre? La primera sospechosa fue la esposa.
Aunque al principio no la relacionaron directamente con el caso de Elías, el hecho de que dos familiares cercanos de ella hubiesen muerto en extrañas circunstancias mientras estaban hospitalizados ponía en duda muchas cosas.
La captura y una defensa sin argumentos
El 16 de febrero de este año, la mujer de 31 años fue arrestada en su domicilio después de una exhaustiva investigación por el delito de homicidio agravado por el vínculo y en marzo se le agregaría el de homicidio agravado por procedimiento insidioso.
Diez meses después de haber estado bajo prisión preventiva, el viernes 18 de noviembre del 2022, Karen Oviedo se sentó ante los tribunales para ser juzgada por los cargos impuestos por la Policía.
La sesión que comenzó a tempranas horas de la mañana en la sala 15 del Polo Judicial Penal, ubicado en la ciudad de Mendoza, Argentina, contó con doce jurados, además de la participación de los fiscales investigadores del caso Claudia Ríos y Fernando Guzzo, el abogado de la acusada y la misma Karen Oviedo.
Desde un comienzo, Guzzo acusó a Oviedo de haber asesinado al pequeño Elías Aquino y a su esposo de la misma manera. La mujer les dio líquido refrigerante, lo que al final terminó en una intoxicación tan grande que produjo en las víctimas una falla multiorgánica.
Según lo registrado por el medio argentino ‘Telam’, el fiscal dijo que: “Las dos causas de muertes responden al mismo mecanismo y produjeron el mismo cuadro: una intoxicación por un anticongelante. Su actuar fue mediante un engaño oculto o disimulado”.
Por otro lado, también se argumentó que la mujer le suministró dosis de etilenglicol, diciendo que supuestamente era un remedio para las manchas de la cara y mezclándolo a su vez en el jugo de naranja del desayuno.
Ante las declaraciones, Torres, abogado de Oviedo, intentó demostrar que Aquino había abusado sexualmente de su clienta en repetidas ocasiones, alegando que fue una forma de defenderse por parte de ella.
El abogado también argumentó que realmente fue él quien compró los ingredientes para la mortal mezcla que acabó con su vida. De hecho, en un momento específico pidió que no se “satanizara” a su clienta y que esperaba que el veredicto se basara en decisiones lógicas.
Aun así, los fiscales lograron reunir las pruebas suficientes para tumbar esta teoría y demostrar que Oviedo hizo todo a plena conciencia.
“El veneno más letal”
La principal prueba fue una serie de registros sacados del teléfono celular de la victimaria, en los cuales se podía leer las búsquedas más recientes que había hecho la mujer en Google.
Según lo presentado por la defensa, la acusada primero se interesó por saber “cuál era el veneno más letal”, luego buscó “cómo matar con veneno”, datos sobre el “etilenglicol” y al final intentó buscar sobre cómo podía hacer para eliminar el historial de navegación.
Pero eso no fue lo único. Los fiscales también descubrieron que entre el 28 de enero y el 3 de febrero de 2022, la mujer, apodada por algunos medios locales como la ‘envenenadora de Guaymallén’, había comprado por Mercado Libre un litro del refrigerante transparente.
Por otro lado, según el medio argentino ‘Los Andes’, también se tomó en cuenta la declaración de Claudia Cortéz, la empleada doméstica que escuchó una conversación entre la pareja en la que Rolando decía “todo lo que me das, me hace mal”.
Así mismo, presentaron los informes de toxicología hechos en la autopsia de Rolando, además de otro dictamen hecho al cuerpo de Elías. Cuando la Fiscalía vinculó los casos, le pidieron ayuda a la familia, quienes también testificaron que la actitud de Karen fue bastante extraña al momento de morir el niño.
Según la Fiscalía, la madre del menor contó que Oviedo había intentado convencerla de cremar al niño en repetidas ocasiones, pero al final ella no quiso porque quería poder visitar a su hijo en cualquier momento. Gracias a esto y la preservación del cuerpo, las autoridades pudieron encontrar que el pequeño también había sido intoxicado con la misma sustancia.
Cadena perpetua
Después de haber escuchado a la Fiscalía, revisar las pruebas correspondientes y tener en cuentas los extraños argumentos de la defensa, el jueves 1. ° de diciembre del 2022 el jurado popular convocado para la sesión encontró culpable de homicidio simple y homicidio agravado a Karen Oviedo.
Por sus delitos, el juez técnico del debate, Diego Lusverti, dictaminó que deberá cumplir la pena máxima del código penal de Argentina: la cadena perpetua.
Con información de: El Universal