Una escoba de Zara fue evidenciada por tener un costo de más de 600 pesos. El producto comparado con una escoba mexicana evidencia una importante diferencia de precio.
El ocio de un consumidor descubrió el precio de una escoba Zara de popotillo en 30 euros, mientras que en México, una escoba de marcas como Perico no excede los 100 pesos.
Pagar más de 600 pesos por una escoba en la tienda Zara es parte del incremento en el costo de productos ordinarios, cuando aparecen en tiendas especializadas como Zara Home, resaltando el costo de imprimir las marcas en dichos productos.
El branding, con el que se da vida a una marca, es una materia muy compleja, que se estudia con diversas especialidades y parte de entender el producto y al consumidor, ayuda a dar con elementos que permiten a una marca reconocida elevar el precio de una simple escoba.
¿Escoba de 600 pesos o escoba Perico?
La usuaria de TikTok @dalimdansofraya mostró los excesos a los que puede llegar una marca por sumarse a tendencias como el “cottagecore”,en alusión a la decoración rústica que muchas marcas han usado para lanzar productos como lo hizo Zara Home, con una escoba que cotizó en 60 euros, es decir, más de mil 200 pesos por un producto de este tipo elaborada con popotillo.
Comparado con productos mexicanos, el precio se eleva en más de mil por ciento al revisar los precios con que escobas Perico se venden en el mercado, en no más de 100 pesos por pieza.
Tras la publicación del video, diversos usuarios han respondido al costoso producto de Zara, reconociendo que “Zara Home es un buen lugar para echarse unas risas”, otros aseguran que la abuela me ha dicho que eso ya lo tenían en su época”.
El efecto del branding en este tipo de contrastes en productos por venderse en tiendas especializadas o llevar impreso el nombre de una marca nos habla en gran parte de la oportunidad de consumo que hay en el mercado, a partir de estrategias donde los productos son cada vez más representantivos de tendencias y no de soluciones propias, por parte de estas marcas.
Un excelente ejemplo de ello lo vimos con la polémica que se generó en el mercado de lujo, porque Prada sacó a la venta un clip que por el simple hecho de llevar su nombre pasó de costar 45 pesos una caja de clips jumbo, en la tienda excedió los 10 mil pesos.
Ante esta serie de casos, el branding se revela como un recurso que trasciende, indudablemente, pero que demuestra los excesos a los que puede llegar una marca cuando convierte el branding en un mal ejercicio comercial.
No cabe duda que ante estas pautas se establecen medidas trascendentales en el mercado, pero al final del día nos recuerdan lo valioso que es para el consumo identificar las áreas de oportunidad en las que puede desarrollar mejores activaciones.
Esto lleva a la responsabilidad social a ser un buen antídoto para malas prácticas por parte de las marcas y se convierte en vitamina de marcas cuando estas adoptan la responsabilidad de realizar acciones en pro de comunidades, recurso cada vez más presente para llamar la atención del consumidor.
Con información de: Marca 2.0