Felipe Morales
Un grande del futbol mexicano no pudo con Atlético de San Luis, con todo y su armamento los Tigres en su propia cancha no tuvieron la capacidad de anotar y todo quedó en un cero por cero.
Un punto de oro para el cuadro potosino y una humillación para los Tigres.
Fue simple, un atajadon de Marcelo Barovero y un gol de Tigres anulado por el VAR fueron la clave para el resultado.
Ni los diez minutos que tendenciosamente dictó el árbitro en aras de que los locales anotarán pudieron con la actitud del equipo potosino.
Andre Jardine jugó con sus mejores cartas y realizó cambios que aportaron a la solidez como Villalpando que de dejó el puesto a Klimowicz; David Castro y Sabin Merino que entraron para apuntalar en sustitución de Bonatini y Sanabria.
Con el empate y la moral en alto el cuadro potosino dará la vuelta a la hoja para que en la siguiente jornada reciba al Puebla.