Felipe Morales
El novillero potosino, Ricardo de Santiago, fue el triunfador de la novillada celebrada en la Plaza El Paseo al cortar una oreja, la única de todo el festejo.
De Santiago fue, en ambas faenas bullidor y alegre, cubriendo los tres tercios, variado con el capote y corriendo la mano con oficio y buen gusto.
Los atados de Xajay fueron aplaudidos en su salida por la buena presencia.
En su primer turno, Ricardo corto la oreja luego de una faena completa con la capa, banderillas y la muleta coronando con una estocada impecable.
En su segundo toro fue variado con el capote, puso banderillas entusiasmando al público, cuando toreaba con la muleta sufrió una voltereta aparatosa cayendo de fea forma; regreso mermado y batalló para matar al grado de escuchar los tres avisos.
El tlaxcalteca, Jesús Sosa fue variado, valiente y empeñoso, en su primer toro tras batallar con la espada recibió dos avisos pero salió al tercio y en su segundo astado también tuvo problemas con la toledana para escuchar un aviso con salida al tercio.
El español, Daniel Medina, con el ofició característico del toreo ibérico, clase pero más frío que un tempano sin conectar con el tendido.
En su primer toro se retiró en silencio y en su segundo fue aplaudido.