El vicario general de la Arquidiócesis, Gilberto Amaya Martinez, presentó en el templo del Señor de Burgos (El Saucito), a su nuevo administrador, el sacerdote Marco Antonio Luna Aguilar, quien hasta este lunes por la mañana se desempeñó como director de la Casa de la Caridad “Arzobispo Luis Morales Reyes”, o Casa del Migrante.
El pasado miércoles, los inconformes con la construcción del paso inferior a desnivel en El Saucito bloquearon la iglesia, tomaron como suyo el campanario y colocaron en el atrio acusaciones contra el párroco y sus colaboradores; la Arquidiócesis potosina los llamó al diálogo y la cordura, y negó que hubiera algún arreglo de la iglesia con las autoridades.
Ayer, en un templo lleno de feligreses por la presencia de la imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos, el vicario general, leyó el comunicado del arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe, en el que otorga el nombramiento de administrador al presbítero Marco Antonio Luna.
En la carta leída ante miembros del Cabildo catedralicio, el arzobispo le pidió cuidar la fraternidad sacerdotal y la atención cercana y misericordiosa a los visitantes al santuario del Señor de Burgos.
El arzobispo también solicitó, por medio de la carta, el resguardo de los bienes de la iglesia, el cuidado y la administración, y encomendarse a la Señora de la Expectación, la imagen representativa de la Catedral Metropolitana, cabecera de la arquidiócesis y parroquia del arzobispo.
Firmaron el escrito, el secretario canciller José Antonio Martínez Ortiz y el arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe.
Marco Antonio Luna, quien sustituye al anterior párroco Jesús Omar Salazar, pronunció la profesión de fe que precede a la toma de posesión oficial del templo, como administrador, y firmó la recepción. El cargo de administrador es temporal.
Dijo que cumplirá con las obligaciones tanto de la iglesia universal como particular, según lo establecido por el Derecho Canónico. Advirtió que conservará el depósito de la fe y promoverá la disciplina común de toda la iglesia, observará todas las leyes eclesiásticas contenidas en el Código de Derecho Canónico, y ayudará fielmente a los obispos diocesanos.
Con información de: Pulso