La Policía colombiana ha detenido este viernes a Manuel Ranoque, el padre de los niños indígenas que en junio sorprendieron al mundo entero por sobrevivir a un accidente aéreo y a 40 días en la selva. Así lo ha confirmado la Fiscalía General de la Nación, que ha agregado que la captura, solicitada por un fiscal y aprobada por un juez, se realizó en Bogotá. La entidad ha sido especialmente hermética en este caso y se ha negado a dar más información hasta que Ranoque sea judicializado, pero ha trascendido que se le acusa de un presunto abuso sexual. Tras el rescate de los niños en la selva, la familia materna de los menores lo empezó a denunciar públicamente por abuso sexual y violencia machista e intrafamiliar.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tiene la custodia de los cuatro niños: Lesly Mucutuy (13 años), Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (1 año). Ranoque es el padrastro de las dos niñas mayores y el padre de los más pequeños. La directora del Instituto, Astrid Cáceres, ha comentado este viernes que los hermanos se encuentran bien y avanzan con sus actividades para reincorporarse al sistema educativo. “Los niños siguen en el proceso de establecimiento de derechos. Nosotros no vamos a exponerlos a ningún otro ejercicio. Su historia y su vida personal es de carácter de ellos”, ha declarado.
La madre de los cuatro, Magdalena Mucutuy, murió en el accidente de avioneta al que ellos sobrevivieron. El 1 de mayo, ella y sus hijos se embarcaron en una aeronave que cubría la ruta Araracuara (Caquetá) – San José del Guaviare, una zona selvática de la Amazonía con opciones limitadas de transporte y en la que son habituales los viajes en este tipo de aparatos precarios. Iban a Bogotá a reencontrarse con Ranoque, quien se había desplazado del resguardo en el que era gobernador, tras denunciar amenazas del Frente Carolina Ramírez, uno de los grupos disidentes de la extinta guerrilla de las FARC. Después de la caída del avión, se vieron forzados a sobrevivir con la fariña (una harina de yuca) que encontraron en el equipaje de uno de los fallecidos, frutas de la selva y un paquete de provisiones de emergencia que lanzaron los militares. Ranoque, junto con militares y guardias indígenas, fue protagonista del operativo de rescate.
La milagrosa aparición de los niños trajo a colación las denuncias hacia Ranoque y la mala relación que este tenía con los abuelos maternos de ellos. Hubo rumores de que los pequeños se escondían de los equipos de rescate porque temían que el padre los golpeara por haberse perdido en la selva. Cuando salieron del Hospital Militar en Bogotá, el ICBF decidió quedar a cargo de ellos mientras investigaba unas denuncias por malos tratos contra Ranoque. El padre negó su culpabilidad y exigió al Estado que le entregara la custodia lo antes posible. “Son mis hijos, no los del presidente. Solo eso”, contó a este periódico en julio.
Los abuelos maternos, Narciso Mucutuy y María Fátima Valencia, contaron que Ranoque le pegaba a la hija de ambos y maltrataba a los nietos; también lo señalaron de supuestos abusos sexuales a Lesly, la mayor de los hermanos. Los abuelos luchan desde hace semanas por la custodia de los cuatro niños. No solo contra Ranoque, sino también contra Andrés, el primer marido de Magdalena y padre de las dos hijas mayores. “Ahora aparece la gente interesada. Desde que mi hija se divorció no sabíamos nada de él [Andrés]. Ahora se deja ver”, dijo la abuela en julio. “Me los entregan [a los niños] y me los llevo al Amazonas”, aseguró respecto a sus intenciones.
El ICBF, que estudiaba las denuncias, no dejó que Ranoque viera a las dos niñas mayores durante las semanas que pasaron en el Hospital Militar de Bogotá. Entonces, el Instituto evaluaba varias opciones para la vida futura de los niños. “Garantizar los derechos de los hermanos Mucutuy requiere un tiempo prudente que nos permita proteger su integridad, hasta que el entorno familiar sea seguro para su crecimiento”, declaró en julio la directora de la entidad.
Con información de: El País