El organismo descentralizado Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) se deslindó del decomiso de metanfetamina oculta en conchas de caracol procedente de México.
Las conchas estaban empacadas en sacos de maíz y frijol con el logotipo de Segalmex, con la leyenda “Gobierno de México” y el escudo nacional.
Se calcula que la metanfetamina tenía un valor de 640 millones de dólares de Hong Kong (unos 81.8 millones de dólares estadounidenses).
¿Qué dijo Segalmex?
“Seguridad Alimentaria Mexicana, Segalmex, NO realiza exportación de productos a ningún país, por lo que nos deslindamos de cualquier mal uso que se haga de las siglas SEGALMEX en otros países”.
En un breve nota aclaratoria, Segalmex afirmó que realizará las denuncias penales ante las autoridades correspondientes, por los hechos que pudieran ser constitutivos de uno o varios delitos, contra quien o quienes resulten responsables por el mal uso del nombre y logotipos de Segalmex.
Decomiso por autoridades de Hong Kong
Según informó el superintendente Ip Kwok-leung, jefe del grupo de investigación de drogas en las Aduanas de la ciudad semiautónoma, fueron detenidas cuatro personas en relación con las 1.1 toneladas de presunta metanfetamina aseguradas, también conocida como “Ice” (hielo).
El Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales dijo que la llegada de un contenedor que había declarado que portaba más de 600 bolsas rellenas de conchas de caracol fue elegido para inspección tras llegar de México el mes pasado.
Tras someter la carga a rayos X, se detectaron materiales sospechosos, lo que llevó a los inspectores a registrar el interior del mismo, donde se encontró metanfetamina en el interior de 104 de las bolsas.
“La droga estaba camuflada en conchas de caracol recubiertas de cera y pintura. Cada pieza pesaba alrededor de 1 kilo, y cada bolsa contenía unas 10 piezas de sustancia ilegal disfrazada mezcladas con conchas auténticas”, declaró el superintendente.
Las autoridades encargadas de la operación consideran que parte del botín estaba destinado al consumo local, mientras que el resto podría tener como objetivo países como Australia, Japón y Nueva Zelanda, donde los estupefacientes podrían comercializarse a un precio varias veces superior a su valor.
Ese mismo día, los funcionarios de Aduanas detuvieron a dos hombres y una mujer de dos empresas de logística por su presunta implicación en el caso.
Los tres sospechosos quedaron en libertad bajo fianza a la espera de que prosiga la investigación.
Con información de Aristegui Noticias