La refinería de Cadereyta, que pertenece al Sistema Nacional de Refinación (SNR) de Petróleos Mexicanos (Pemex), es el epicentro de una polémica: el gobernador de Nuevo León, Samuel García, anunció que publicará una iniciativa para solicitar el cese de operaciones, con el objetivo de aliviar la contaminación que padece el área metropolitana de Monterrey, “la refinería debe irse”, dijo.
Esta misma postura fue apoyada por el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia de la República, Jorge Álvarez Máynez, quien aseguró que afecta a la salud de las niñas y niños. Este domingo también hubo una serie de protestas frente al Palacio de Gobierno, en Monterrey, para solicitar el cierre de la planta de procesamiento.
De acuerdo con Samuel García, la refinería de Cadereyta es responsable de la contaminación existente en el área metropolitana de Monterrey. Justificó su postura al decir que esto afecta a la salud de las y los niños, aunado a esto, aseguró que la entidad fronteriza es “la tierra de Tesla” y la electromovilidad, al grado que consideró a la refinería como una “fuente de energía del pasado”.
La idea de cerrar la refinería de Cadereyta no es nueva: en marzo de 2023, la Secretaría del Medio Ambiente de Nuevo León acusó a la planta de Pemex por generar el 90 por ciento del dióxido de azufre de Nuevo León, aparte de efectuar emisiones “ostensiblemente contaminantes”; incluso difundieron una serie de grabaciones donde se aprecia humo amarillo.
La paraestatal no tardó en responder, pues aseguró que sólo se trataba de vapor de agua. Aseguró que la planta tenía la capacidad de recuperar hasta el 92.5 por ciento de azufre, lo cual supera al por ciento establecido por la Norma 148; esto luego de una serie de trabajos de rehabilitación que afrontó entre 2019 y 2020.
Organizaciones ambientalistas aseguran que la refinería de Cadereyta expulsa el 90 por ciento de dióxido de azufre presente en la zona metropolitana de Monterrey, lo cual da lugar a las partículas PM10 y PM 2.5., o mejor conocidas como partículas suspendidas, que en grandes cantidades y de manera prolongada pueden causar accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón.
De acuerdo con un estudio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), publicado en 2016, la refinería ‘Ing. Héctor R. Lara Sosa’ tuvo una reducción en sus emisiones atmosféricas: 34 por ciento de dióxido de azufre y hasta un 30 por ciento de las partículas contaminantes; no obstante fue considerada como la fuente fija que mayor cantidad de dióxido de azufre produce (hasta un 99 por ciento).
En 2014, la refinería de Cadereyta presentó un derrame de petróleo que contaminó el río San Juan; en los peritajes realizaron la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este derrame ha causado que administraciones de Nuevo León, como la de Jaime Ridríguez ‘El Bronco’, interpusieran demandas ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Con información de: Radio Fórmula