Rusia debería desplegar armas nucleares en Cuba, así como en Nicaragua y Venezuela, llamó el primer vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal (cámara baja de la Asamblea Federal), Alexei Zhuravlev. Con ello, puso en la agenda legislativa una idea que vienen expresando en los últimos dos años analistas y militares de la nación euroasiática.
Zhuravlev señaló que el probable emplazamiento de armas nucleares de EEUU en el Reino Unido no cambiará el alineamiento político-militar, ya que Londres tiene su propio arsenal de ese tipo. Esto, a raíz de que el periódico inglés The Telegraph, citando documentos del Pentágono, informara que Washington planifica realizar ese despliegue por primera vez en 15 años, debido a la “creciente amenaza de Rusia”.
El artículo asegura que EEUU tiene la intención de enviar ojivas nucleares a la base aérea de Lakenheath, en el condado de Suffolk, en Reino Unido.
“Gran Bretaña tiene su propio arsenal nuclear, y Estados Unidos tiene armas nucleares en bases militares en siete países de la Unión Europea ubicados mucho más cerca de Rusia, por lo que es poco probable que esto afecte la situación político-militar general”, dijo Zhuravlev, citado por el medio News.ru.
“En cuanto a nuestros misiles más cercanos a Estados Unidos, por ejemplo, durante mucho tiempo he estado a favor de suministrar lanzadores y submarinos a la amiga Cuba, Venezuela y Nicaragua”, agregó.
El diputado subrayó que “los sistemas de armas avanzan rápidamente y ahora son muy diferentes a los que tenía la URSS durante la Crisis de los Misiles de Cuba, por lo que los misiles hipersónicos rusos llegarán más rápido a Estados Unidos que los subsónicos, más vulnerables, de la parte estadounidense”, aseguró.
“Y también están los submarinos rusos, que generalmente se encuentran en los océanos del mundo, y la aviación estratégica; tenemos algo para responder a cualquier invasión de Estados Unidos y la OTAN controlada por ellos”, enfatizó.
Las declaraciones de Zhuravlev se producen a pocas horas de que la OTAN iniciara el mayor ejercicio militar desde la Guerra Fría. El entrenamiento, conocido como Steadfast Defender 2024 y que pretenden ensayar la respuesta conjunta al estallido de una III Guerra Mundial, buscaría disuadir a Rusia de atacar a un país miembro de la organización.
El diciembre pasado, el coronel retirado del Ejército de Rusia, Víctor Baranets, experto militar del diario Komsomolskaya Pravda y vocero del Kremlin, aseguró que Rusia podría transferir misiles de crucero a Cuba y Venezuela “en un futuro próximo”.
Según dijo, el Kremlin puede desplegar en la Isla “misiles inteligentes” que no llevan una ojiva nuclear, pero que son capaces de destruir objetivos en Estados Unidos.
“En lugar de armas nucleares, pueden aparecer misiles con un alcance de 2.500 kilómetros en la Isla. En caso de peligro, Rusia podrá atacar importantes instalaciones de infraestructura en Estados Unidos”, comentó para el medio ruso PToday.
De acuerdo con Baranets, la idea de desplegar bases militares rusas en Cuba y Venezuela se desechó debido a las consecuencias que ello tendría para los regímenes aliados, bajo sanciones de Washington. Mas, la idea sigue vigente, aunque Moscú tendría un plan B, muy parecido a la idea de Zhuravlev.
De acuerdo con Baranets, “los submarinos rusos equipados con misiles de crucero Kalibr podrían simplemente enviarse a la región. Su alcance será suficiente para atacar el territorio de los Estados Unidos, si es necesario”.
“Además, la aviación táctica de largo alcance puede ser transferida a Cuba. En un futuro próximo, el Tu-22M3 y varios aviones antisubmarinos podrían desplegarse cerca de las fronteras de los Estados Unidos. Rusia puede desplegar S-400 en la región, lo que les permitirá responder más rápidamente a posibles amenazas de Estados Unidos u otros países de la OTAN”, comentó el experto.
Asimismo, anticipó, Rusia podría decidir la realización de ejercicios militares a gran escala en Cuba. “Serán significativamente mayores que los realizados por la OTAN en el Mar Negro, pues debido a la Convención de Montreux, la Alianza no puede desplegar más buques de guerra en la región”, comentó.
“Simplemente llevaremos nuestras armas a las unidades militares cubanas”, dijo Baranets, quien dijo confiar en que si los submarinos y otros equipos rusos aparecen cerca de las fronteras de Estados Unidos, el Pentágono experimentaría “verdadero pánico”.
Los planes militares de Rusia en Cuba son un asunto cada vez más presente en el panorama geopolítico mundial. En abril pasado, durante la visita del canciller Serguéi Lavrov a Cuba, este no negó la posibilidad del despliegue de misiles rusos en la Isla.
A fines de 2023, medios rusos confirmaron que al frente de la delegación militar del Kremlin en La Habana está el teniente general y Héroe de Rusia Andrei Gushchin, que estuvo a cargo de tropas de Moscú en la invasión de Chechenia y en Siria.
En junio del propio año, el medio letón The Insider había asegurado su presencia en La Habana al develar la red de espionaje de Moscú que desde la Isla opera, presumiblemente, contra objetivos de EEUU. En esa red habría hoy especialistas en cohetería, cibernéticos y expertos en espionaje.
Entre esos expertos estarían Dimitry Mikhushchenko, un científico espacial que estudió en el Instituto Militar de las Fuerzas de Misiles de Rostov, y Roman Lyubushkin, calificados por The Insider como “misileros”. En el caso del segundo, sería graduado de la Academia de Fuerzas de Misiles Estratégicos que lleva el nombre de Pedro el Grande.
Tanto su trabajo como el de Polovnikov sería fijar objetivos que deben ser atacados con misiles. “Algunos egresados de la Academia de Misiles sirven en el Centro de Cómputo Principal (MCC) del Ministerio de Defensa. Anteriormente, apuntaron misiles a objetivos en Siria, y ahora a ciudades ucranianas”, aseguró The Insider.
Todo lo anterior se conoce después que, a partir del inicio de la invasión de Ucrania por el Kremlin, los contactos entre altos funcionarios militares y de seguridad de Moscú y La Habana se hicieran más frecuentes, así como la coordinación de la alianza represiva del régimen de Cuba con Rusia, además de con China.
En estos dos años, las visitas de militares rusos a Cuba se han incrementado, mientras que el escándalo por el reclutamiento de habitantes de la Isla para servir como mercenarios en las fuerzas militares del Kremlin en su invasión de Ucrania sigue sin tener una respuesta oficial definitiva.