En la celebración de San Valentín, cada 14 de febrero, los ramos buchones se han convertido en un símbolo de afecto y admiración que va más allá de los obsequios tradicionales. Este tipo de arreglo, conocido por su tamaño exuberante y su composición densa y variada, emerge como una tendencia que refleja el deseo de hacer sentir especial a la persona amada.
Los ramos buchones, caracterizados por su volumen y la abundancia de flores, se han popularizado en los últimos años. El aspecto visual llamativo y la impresionante mezcla de colores y texturas hablan por sí solos, convirtiendo a estos ramos en uno de los más ideales al momento de declarar el amor.
La popularidad de estos ramos durante San Valentín se ha visto impulsada por varios factores: la influencia de las redes sociales, donde las imágenes de obsequios extravagantes rápidamente se vuelven virales, ha jugado un papel significativo en su auge. Ver un “ramo buchón” compartido en plataformas como Instagram o Facebook inspira a muchos a elegir estas opulentas creaciones florales en busca de causar una impresión duradera en sus seres queridos.
Otra razón detrás de la predilección por estos ramos es la creciente demanda de personalización y exclusividad en los regalos. En una era donde lo personalizado cobra especial relevancia, los ramos buchones permiten una amplia gama de customización. Desde la selección de las flores hasta la combinación de colores y la incorporación de detalles únicos, cada ramo es un reflejo del sentimiento y la personalidad tanto de quien lo regala como de quien lo recibe.
¿Por qué se le llama buchón?
Originalmente vinculada con aves capaces de inflar su buche para mostrar prominencia, la palabra “buchón” evoluciona para describir, por un lado, ramos de flores de tamaño y opulencia notables y, por otro, un peculiar estilo de vida dentro de la cultura mexicana. Esta dualidad de significados, aunque aparentemente dispares, encuentra puntos de conexión y contrastes que enriquecen su estudio.
Los ramos buchones, con su despliegue de flores abundantemente agrupadas, evocan visualmente la imagen del buche inflado de las aves, destacándose por su magnificencia y exuberancia. Este tipo de arreglo floral no solo busca decorar un espacio o complementar una celebración, sino que lleva consigo un mensaje de grandeza y esplendor, buscando siempre capturar la mirada y la admiración de quienes lo contemplan. Aquí, el término “buchón” subraya la idea de la ostentación visual y la riqueza natural cuidadosamente seleccionada y mostrada con orgullo.
En la cultura mexicana, la palabra “buchón” trasciende el reino natural para adentrarse en el tejido social, definiendo a aquel individuo que, ligado al narcotráfico, exhibe sin reserva su riqueza y poder. El vestir prendas de marcas de lujo, conducir vehículos de alto cilindraje y exhibir joyería costosa son manifestaciones de un estatus que se desea proclamar a los cuatro vientos. Más allá del lujo material, el término también encapsula una serie de prácticas culturales y musicales que glorifican un estilo de vida asociado al riesgo y a la transgresión de lo convencional.
Relacionar ambas definiciones con los ramos buchones ofrece una reflexión interesante sobre cómo, en ambos casos, la ostentación y la apariencia juegan roles fundamentales. Así como el ramo buchón se erige como un símbolo de afecto y celebración que busca destacar dentro de cualquier ambiente, la figura del buchón en México representa un deseo de afirmación y reconocimiento social a través de la materialización de la riqueza.
Precios
Los floristas, por su parte, han querido capitalizar esta tendencia, ofreciendo opciones cada vez más variadas que se ajustan a todos los gustos, aunque no a todos los presupuestos, pues la mayor de las veces éstos superan los 300 pesos y, en épocas como el 14 de febrero, sube hasta los 4 mil pesos.
Las combinaciones incluyen desde las tradicionales rosas hasta exóticas orquídeas, pasando por tulipanes, girasoles, y peonías, entre otras. Además, se suman elementos como chocolates, peluches o mensajes personalizados que complementan y enriquecen el obsequio.
El número específico de flores necesarias para considerar un arreglo como un “ramo buchón” puede variar ampliamente dependiendo de varios factores, como el tipo de flores utilizadas, el tamaño y el diseño del arreglo. No existe un número exacto establecido para definir un ramo buchón, ya que su característica principal es la exuberancia y la ostentación más que una cantidad precisa de flores, sin embargo, por lo habitual cuando se trata de rosas tienen al menos un centenar.
Más allá de su impactante apariencia, estos arreglos simbolizan un amor que desea trascender lo convencional, adaptándose a las nuevas formas de celebrar las relaciones en el siglo XXI. A medida que continuamos abrazando tradiciones y tendencias, los ramos buchones se perfilan como un favorito, capaz de capturar el espíritu de un amor audaz y sin reservas.
Con información de Infobae