Integrantes del cuerpo de seguridad denuncian abusos sexuales y falta de equipo e información suficiente al participar en un operativo que desencadenó un motín en el penal de Kobén el pasado 15 de marzo
La policía del Estado de Campeche cumple cinco días en paro de actividades y sosteniendo una protesta que cada día se hace más fuerte. La tarde de este miércoles, tras la toma de las instalaciones de la Secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana en la capital de esa entidad, miles de personas acudieron a respaldar a los elementos de seguridad para protestar y exigir la destitución de la titular de Seguridad, Marcela Muñoz, y a la gobernadora del Estado, Layda Sansores. La manifestación también buscaba respaldar a mujeres policía que han denunciado agresiones sexuales durante el operativo que la Guardia Nacional, elementos de la policía Estatal y custodios, llevaron a cabo en el penal de Kobén, la madrugada del pasado viernes 15 de marzo.
Pese a que las autoridades estatales en Campeche habían informado que el operativo del pasado 15 de marzo había concluido “de manera exitosa”, los testimonios de policías que estuvieron presentes y de familiares de varios presos del Centro de Reinserción Social (Cereso) San Francisco Kobén —ubicado a unos 15 kilómetros del centro de la capital— denunciaron varias irregularidades que tuvieron lugar durante el operativo. Según algunos relatos, los internos ya esperaban con piedras y palos a las fuerzas de seguridad, por lo que empezaron un incendio en un área del centro; también, según denuncias hechas públicas por algunas víctimas, algunos reos abusaron sexualmente de varias mujeres policías que formaban parte del grupo de seguridad que entró en el penal, presuntamente, sin el material ni las herramientas necesarias para completar sus tareas. “Nos dejaron incomunicadas con nuestras familias, ni siquiera sabíamos lo que íbamos a hacer… no llevábamos nada, nos dejaron en el ruedo y nosotras nos quedamos atrapadas”, denuncian en un video varias mujeres que aseguran tener miedo de represalias.
El operativo en Kobén
La madrugada del 15 de marzo, autoridades de Campeche pusieron en marcha un operativo que, según su propia confirmación, se debía al traslado de ocho reos “peligrosos” a otra cárcel del país. Aunque la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana negó que hubiera muertos o heridos de bala en el penal, varios videos enviados desde el interior del lugar, durante la madrugada de aquel día, daban cuenta de personas heridas y se escuchaban las voces de otras que aseguraban que había heridos de bala. Sin embargo, la información oficial del Gobierno estatal es que solo 10 elementos policiales resultaron heridos tras la tarea que han calificado como “exitosa”. Algunos reos han denunciado a la directora interina del Cereso, Esmeralda Te Che, por presuntamente exigir dinero a los internos para evitar ser trasladados a otros estados.
Las protestas ya incluyen varias exigencias de mejoras en las condiciones laborales, mientras que las y los policías han asegurado que el operativo en el penal de Kobén no se preparó y que incluso muchos de ellos no tenían conocimiento de lo que iban a hacer. “Los operativos así son, así se tienen que llevar a cabo, dijo Muñoz en una conferencia de prensa. Las protestas han congregado cada vez a más población que se ha reunido para respaldar a los agentes.
La gobernadora del Estado, la morenista Layda Sansores, ha respondido a las demandas de los miembros de seguridad con la ratificación de su secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz, de quien las protestas han exigido su destitución. “Marcela Muñoz Martínez es y seguirá siendo la secretaria de Seguridad, no se confundan. Es una decisión de Gobierno y no hay ninguna duda”, dijo este martes. Sansores también ha acusado que la protesta es manipulada y dirigida por partidos de la oposición que han enviado dinero, combustible y comida a los paristas. Tras las declaraciones de la gobernadora, las protestas añadieron a sus exigencias en las calles, también su destitución.