En el mundo de la herbolaria y la medicina natural, la flor de árnica ha sido reconocida por sus propiedades curativas desde tiempos antiguos. Esta flor se destaca por su uso en diversas preparaciones medicinales, especialmente en forma de ungüentos y cremas.
Hay al menos dos especies de árnica: Heteroteca inuloides o árnica mexicana y Arnica montana L. de origen europeo. Ambas especies pertenecen a la familia Asteráceas, se informó en el libro “Plantas Medicinales, la realidad de una tradición ancestral” de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.
“Al árnica mexicana también se le da el nombre de acáhutal o acahual mientras que la árnica europea se conoce como estornudadera o tabaco de montaña (…) Las dos especies de árnica han sido recomendadas para tratar cuadros inflamatorios o como antimicrobianas, así como para el tratamiento de contusiones, esguinces y problemas reumáticos, heridas, hematomas, dolor y angina”, se lee en el libro publicado en el 2017.
La flor de árnica contiene compuestos activos que se cree tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Esto ha llevado a su utilización tradicional para aliviar dolores musculares y articulares, así como para tratar contusiones, hematomas y lesiones menores.
“Los compuestos bioactivos identificados en ambas especies de árnica con propiedades anti-inflamatorias pertenecen a la familia de las lactonas sesquiterpenas como la chamissonolida, helenalina e hidrohelenalina”, se informó en la publicación.
“Mientras que la actividad antimicrobiana y antioxidante del árnica mexicana se debe a la presencia de compuestos fenólicos y flavonoides (quercetina y kamferol) que actúan en forma sinérgica con la chamissonolida, helenalina y hidrohelenalina”, agregó.
Por su parte, el Gobierno de México explicó que se ha demostrado que esta planta activa células del sistema inmune, incluidos los neutrófilos -células que atacan bacterias dañinas.
Además, la presencia de ácidos grasos en el aceite del árnica favorece la penetración a través de la piel de los compuestos bio-activos y antiinflamatorios.
Sin embargo, si bien la árnica es accesible en forma de ungüentos, geles y aceites, es recomendable utilizarla con precaución y seguir las instrucciones del fabricante. Antes de comenzar cualquier tratamiento, especialmente si se sufren condiciones médicas preexistentes o alergias, es esencial consultar con un profesional de la salud.
Con información de: Aristegui Noticias